Bilbao. En julio de 2011 casi 400.000 accionistas depositaron su confianza en la Oferta Pública de Suscripción que realizó Bankia en su salida a Bolsa. Rodrigo Rato, entonces capataz de una nave que no daba señales de ir a la deriva, acaparaba los flashes en el parqué madrileño mientras daba la campanada de apertura de sesión. Todo eran sonrisas. Año y medio después, todos los accionistas que apostaron por Bankia han visto como la caída del grupo de cajas capitaneado por Bancaja y Caja Madrid se ha llevado por delante los ahorros que depositaron en la entidad, entonces santo y seña de las autonomías tradicionalmente dirigidas por el PP.
En julio de 2011 el precio de cada acción de Bankia se situaba en los 3,75 euros. Ayer, tras una nueva jornada aciaga -una más-, cada acción costaba 0,55 euros. Es decir que quien compró acciones por valor de mil euros hoy sólo recuperaría 146,7 euros. El asunto es sangrante si se tiene en cuenta que la mayor parte de la colocación, el 60%, se destinó a los accionistas minoristas: pequeños ahorradores que confiaron en los agentes de las oficinas de sus cajas de ahorros de toda la vida.
Y es que en aquella colocación, la tupida red de oficinas de Caja Madrid, Bancaja, Caja de Canarias, Caixa Laietana, Caja de La Rioja, Caja Ávila y Caja Segovia -el grupo de cajas que integran la entidad- realizó el trabajo de campo. Bajo el sugerente lema de hazte bankero, los trabajadores de Bankia recomendaron a muchos clientes la compra de esas acciones. Pero los títulos, tras la crisis que comenzó en mayo tras hallar el agujero financiero de la entidad, no han dejado de caer. Y este año cada acción ha perdido un 84,5% de su valor.
Los pequeños inversores que aún permanecen en Bankia, los que no han vendido sus acciones tienen ahora un doble problema ante sí. El primero, las enormes minusvalías que atesoran. Y el segundo, que las perspectivas de recuperación actuales son inexistentes. No hay visos de mejora. Además, no percibirán dividendo. La inversión por la que algunos apostaron, hoy es casi inexistente.
Fuera del IBEX El valor de Bankia se desplomó ayer un 19,53% al cierre de mercado, después de que un día antes el FROB publicara el valor patrimonial negativo que tiene el grupo. Una de las primeras consecuencias de esta nueva situación es que el grupo de cajas dejará de formar parte del selectivo Ibex 35, la principal referencia de la Bolsa española. Así se anunció ayer, al cierre del mercado.
El Comité Asesor Técnico del Ibex decidió ayer que así será desde este próximo dos de enero debido a la inyección de ayuda pública que recibirá la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri en los próximos días, y que provocará cambios en su estructura de capital.
Tras esta decisión, el indicador selectivo Ibex 35 estará temporalmente formado por 34 valores, según lo anunciado. El Comité explicó que una vez acabe la recapitalización de Bankia, que pasará por la emisión de 10.700 millones de euros en bonos convertibles contingentes y la posterior conversión de estos títulos en acciones ordinarias, se tomarán las "decisiones que se estimen oportunas".
Este miércoles, aprovechando que los mercados estaban cerrados, el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria -más conocido como el FROB- dio a conocer los pasos que dará para recapitalizar las cuatro entidades nacionalizadas, Novacaixagalicia Banco, Catalunya Banc, BFA-Bankia y Banco de Valencia, y que implicará una reducción de capital que afectará a sus accionistas. En el caso de Bankia, el FROB determinó que tiene un valor negativo de 4.148 millones de euros, en tanto que su matriz, BFA, cuenta a su vez con un valor patrimonial negativo de 10.444 millones.