Vitoria. La aeronáutica Aernnova alumbró ayer en sus instalaciones alavesas de Berantevilla su pedido número 200 para los helicópteros de Sikorsky, la histórica marca norteamericana con la que la multinacional alavesa mantiene una relación industrial desde hace 17 años. Al acto celebrado en la sede de la compañía la mayor parte del equipo técnico de Aernnova así como Paul Brandt, manager de Internacional Procurement de Sikorsky, con la que Aernnova firmó en 1995 un convenio por el que se comprometía a desarrollar aspectos clave en la estructura del helicóptero.
Desarrollos estratégicos como la ingeniería de diseño, los ensayos posteriores y su certificación así como la fabricación en metálico y composite de las partes. Estructuras como el fuselaje y el cono de cola, el soporte principal del rotor y el estabilizador horizontal. La inversión del proyecto en todo este tiempo supera los 40 millones de euros y su influencia en la cadena de montaje ascendería, según reconoció ayer la compañía a través de una nota, a 140 puestos de trabajo al año.
El modelo en cuestión es el Sikorsky S-92, un helicóptero mediado, bimotor y con un rotor de cuatro palas utilizado en la actualidad para el transporte de pasajeros (hasta 19 personas), el acceso a plataforma petrolíferas y el salvamento de rescate. El parque de este tipo de aeronaves asciende en la actualidad a 164 y se han vendido en 26 países, siendo la cadencia actual de fabricación de unas 40 unidades del año.
Cadena de valor La consecución del helicóptero número 200 de Sikorsky forma parte de la exitosa cadena internacional de la compañía, sin duda uno de los pulmones industriales de Álava. A pesar de la gravedad de la crisis, su motor sigue manteniendo a buen ritmo sus revoluciones. Una intuición que hace unas semanas tomó carácter de certeza durante la celebración de la convención internacional que cada año lleva a cabo la compañía con sus directivos. La última, celebrada a finales de noviembre en el ParqueTecnológico de Álava, fue la sexta y dejó constancia de que la firma aeronáutica va por el buen camino. O, al menos, por el que hace un año ya fijaron sus responsables dentro de un contexto internacional de grave recesión económica.
En función de los balances elaborados por sus diferentes áreas de negocio, la compañía que preside Iñaki López Gandásegui incrementará este año su facturación por encima de los dos dígitos, superando la cifra de 500 millones de euros. También en términos de empleo el balance de Aernnova es satisfactorio. Entre 2011 y lo que va de año se crearon 700 puestos de trabajo, de los que algo más de uncentenar se impulsaron en Álava.