Vitoria. Con cierto retraso respecto a lo previsto inicialmente, a las 20.30 horas, en la planta noble del Edificio Vital, la Caja acuñó su nuevo consejo de administración y designó después a su nuevo presidente, el sexto en su historia: Fernando Aránguiz Mingueza, el hombre acordado por PP y PNV para gestionar el rumbo de la Obra Social de la entidad. No hubo sorpresas ni de última hora ni de ninguna clase. El pescado estaba cocido ya de antemano, en concreto desde el pasado jueves, y la celebración de la asamblea fue prácticamente un mero paripé.

Aránguiz fue respaldado por 12 de los 15 miembros del consejo de administración, en el cual el PP cuenta con la mayoría al tener siete representantes. El consejo de administración también designó al jeltzale Juan María Ollora como vicepresidente y a Gustavo Antépara, presidente de Ajebask, como secretario de Caja Vital Kutxa.

Apenas nada ni nadie se saltó el guión. Al igual que en BBK, la transición hacia el nuevo escenario de las cajas vascas hacía tiempo que se venía cocinando.

Otro escenario bien distinto será el que a partir de ahora deba asumir el nuevo presidente. Gobernar una Obra Social mucho más austera que la de sus predecesores e hipotecada por proyectos fallidos y millonarios como el de Krea, el flamante centro cultural para jóvenes y artistas emergentes en el que el equipo del entonces presidente Gregorio Rojo se gastó 18 millones de euros. A día de hoy, el viejo convento de Las Carmelitas se encuentra cerrado, en desuso y, lo más inquietante, sin proyecto real alguno para tratar de revitalizarlo. Bien es cierto que, más por un afán idealista que con pragmatismo, han surgido en los últimos tiempos posibles novias para este singular espacio. Desde el semillero de empresas que propuso el pasado verano Carlos Zapatero, expresidente de la entidad, hasta la posibilidad de ubicar en Betoño el centro para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo. Ninguna de ambas ocurrencias cuajó. La crisis primero y la inacción política después se encargaron de ello.

Acostumbrada la Obra Social de la entidad alavesa a gestionar presupuestos cercanos a los 20 millones de euros, la "cruda realidad", como calificó ayer el propio Aránguiz a la actual situación, obligará al consejo a tener que hacer casi milagros con los apenas seis millones que dispondrá para mantener las tres fundaciones que de ella dependen: la cultural Sancho El Sabio, el instituto de idiomas y la deportiva del Estadio.

Precisamente sobre esta última es probable, según ha podido saber este periódico, que se lleve a cabo un estudio "detallado" para analizar posibles vías de ingresos que de estas instalaciones se podrían devenir. Hay que tener en cuenta que a partir de ahora el caudal económico de las diferentes obras sociales de las tres cajas va a depender de los beneficios que genere Kutxabank, que destinará, en principio un 30% de los mismos a la obra social. Atendiendo a que no vienen precisamente buenos tiempos para la banca, sería bueno comenzar a pensar nuevas fórmulas para mantener el presupuesto.

El lunes, primer consejo Éstas y otras cuestiones comenzarán a ser debatidas en la reunión que el consejo celebrará el próximo lunes. Será entonces cuando se designen además las comisiones que marcarán el rumbo del consejo (retribuciones, control...). Aránguiz, sin embargo, no esperará hasta entonces. Hoy mismo tiene previsto aterrizar en Salburua para "ir enfocando" los primeros asuntos con su equipo de confianza. Ayer, a última hora de la noche, no escondió a este medio los "nervios" por el cargo recién asumido, que encara con "ilusión" pero también con "enorme preocupación". Confirmó los casi dos años de "profunda austeridad" que le esperan a la Obra por delante -"es lo que nos toca", añadió-, y se felicitó después por haber sido elegido por abrumadora mayoría. "Es un valor añadido haber acordado con otras fuerzas políticas mi nombramiento; garantizo trabajo a partir de hoy para administrar y gestionar de la mejor forma posible los fondos de la Obra Social, que son los que revierten a los alaveses", concluyó a modo de mensaje.

El exconcejal de Promoción Económica, de 62 años y con una carrera profesional muy vinculada al comercio -ha sido presidente de la Federación de Empresarios de Comercio y Servicios, responsable de Gasteiz On y consejero de la Cámara de Comercio, entre otros- es el sexto presidente en la historia de Caja Vital. Predecesores en el cargo fueron Francisco Allende (1990-1996), Juan María Urdangarín (1996-2000), Pascual Jover (2000-2004), Gregorio Rojo (2004-2010) y Carlos Zapatero (2010-2012).