Londres. Miles de británicos se manifestaron ayer en el centro de Londres contra los recortes del gasto público y el aumento de los impuestos decretados por un gobierno que se enfrenta a las acusaciones de ser dirigido por una élite de clase alta que ignora los apuros de los votantes golpeados por la recesión.
Haciendo sonar bocinas y silbatos, los manifestantes pasaron frente al Parlamento tras una pancarta que declaraba "La austeridad está fracasando", y pidiendo al primer ministro, David Cameron, que haga más por reavivar la economía británica. Se trata de una de las mayores manifestaciones contra las medidas de austeridad a lo que hay que sumar las marchas que también se celebrarón en Belfast, Irlanda del Norte, y en Glasgow, Escocia.
La protesta se celebra en momentos en que la coalición conservadora se tambalea por la dimisión el viernes de un ministro acusado de llamar "chusma" a la policía, un insulto considerado de miembros de clase alta contra la gente trabajadora. El escándalo se suma a otro realizado por el ministro de Finanzas, George Osborne, y que también refuerza la imagen de privilegiados que tienen los conservadores. Osborne se sentó en el vagón de primera clase de un tren con un billete de turista.