Con mucha pasión, trabajo, buenas uvas y olfato para buscar vías de expansión, la Unión de Cosecheros de Labastida se ha abierto camino en los Estados Unidos. La cooperativa alavesa ha colocado un vino elaborado a medida para el mercado norteamericano en el Top 100 de los vinos más vendidos en internet en ese país. Es la única bodega vasca en el ranking y sólo nueve de todo el Estado han entrado en este club exclusivo en el que miden fuerzas caldos de todo el mundo en un mercado clave para el sector. Es, junto a Italia y Francia, uno de los países con mayor consumo de vino en términos absolutos, no per cápita. Y uno de los mercados donde más asentada está la venta en internet, con un 10% del volumen de compras del planeta.

La bodega, que tiene como marcas estrellas Solagüen -crianza- y Manuel Quintano -reserva-, ha entrado además con fuerza en el Top 100. Ocupa el puesto 55, muy cerca de otros dos vinos de Rioja, Viña Ardanza (posición 44) y Lan (48), ambas con bodega en la comunidad riojana pero también con viñedos en Álava.

A punto de iniciarse la vendimia, el enólogo de Solagüen, Manuel Ruiz Pedreira, revela a Diario de Noticias de Álava el secreto que ha logrado conquistar el paladar yanqui. Se trata de un vino de año que compite, por seguir con el ejemplo, con el reserva especial 2001 de Viña Ardanza y el crianza 2006 de Lan. Para conseguirlo, la bodega alavesa ha diseñado un traje a medida para el mercado estadounidense añadiendo el ligero contrapunto de tres meses de barrica a un caldo con predominio de fruta. El objetivo, explica el enólogo, no era aproximar el producto final al concepto de crianza, sino redondearlo sumando roble americano al predominio afrutado de la expresión en cata. Paradójicamente, la madera ha permitido internacionalizar un producto tradicional en su concepción, el vino de año.

posicionamiento exterior El resultado es muy del gusto en un país en el que el consumidor medio busca un vino con impacto en la primera olfacción, que se aprecie en el primer trago, pero no acostumbra a guardar botellas a la espera de que el caldo madure. "Huyendo de la complejidad", ha nacido un vino de éxito que incluso tiene una marca propia, Montebuena para ajustarlo más a los estándares fonéticos de su destino. "El resultado es un producto que expresa mucho el carácter del tempranillo y tiene barrica para darle una ligerísima evolución, un aporte de oxígeno que suaviza el vino y al mismo tiempo potencia los aromas primarios de la uva", afirma.

En el paladar de un enólogo todo ello se traduce en un vino que se ajusta al concepto de Rioja Alavesa: cien por cien tempranillo y con descriptores de regaliz, frambuesa, nata, un poco de lácteo..., comenta con pasión Ruiz Pedreira. El padre de este Montebuena internacional celebra su presencia en el Top 100 USA, también que sea el vino número uno de la cartera de su importador en ese país. "En los concursos siempre hay incertidumbre respecto a las mesas de catadores, respecto a los gustos, hay cierta subjetividad y a veces los prescriptores [el profesional encargado de recomendar y clasificar los vinos] aprecian más los vinos de una región que los de otra. Pero esto es un dato objetivo, se miden las ventas y el Montebuena está en ese Top 100", subraya.

Hay más conclusiones que sacar del posicionamiento exterior de Solagüen. Desde su creación en 1964, la cooperativa de Labastida ha apostado por la producción embotellada y la creación de marca, separándose así del modelo tradicional de bodega de economía social. En medio de la crisis y el parón del consumo actual, "lo que te salva" es el prestigio de la marca, el nombre, y una distribución y una demanda constante. "Sin límites y sin complejos", la bodega alavesa lleva años compitiendo con los mejores escapando de las estrecheces comerciales que se asocia al cooperativismo en el mercado del vino.

12 euros la botella Por ello estampa su firma en una frase redonda como su vino: "Cuando se habla de que somos una cooperativa yo siempre digo que la verdad está en las viñas, ahí está nuestro valor, como el de cualquier bodega. Eso es lo más importante, nuestro trabajo es hacer que eso se note en la botella". Y en el caso del Montebuena se debe notar, porque su precio en Estados Unidos ronda los doce euros. Es lo que los americanos llaman smart buy y aquí se traduce como una buena relación calidad precio.