Una crisis como la actual va a obligar a las economías occidentales como la vasca a reinventarse, a adoptar cambios de modelo que les permitan continuar posicionadas en el mercado global y no dejarse quitar por los países emergentes el espacio ganado a lo largo de años de fuerte desarrollo. La cuestión es diseñar las líneas necesarias para salir de la negativa situación económica cuanto antes y hacerlo con la fuerza necesaria para seguir siendo protagonistas en el entorno mundial.
El exconsejero de Economía y Hacienda del primer Gobierno Vasco de la democracia y actualmente presidente de la consultora Economía, Empresa, Estrategia, Pedro Luis Uriarte, habla de un modelo basado en cuatro erres y que persigue "reformar, reposicionar, reforzar y regenerar" Euskadi. Y para todo ello considera necesario llevar a cabo "un intenso proceso de repensar que, no es casualidad, también empieza por la misma letra", señaló el que también fuera presidente de Innobasque en una conferencia ofrecida la semana pasada en el batzoki de Andoain. En definitiva, subrayó Uriarte lanzando un mensaje al futuro Gobierno Vasco que nacerá de las próximas elecciones del 21 de octubre, el objetivo principal es mejorar la situación de la CAV "en lo económico, en lo social, en su implantación internacional... para convertir esta crisis en oportunidad".
En ese sentido, advirtió al nuevo Ejecutivo de Vitoria de que será imprescindible "tomar decisiones rápidas y ejercer posiciones de liderazgo porque si no, ocurrirá como a Mariano Rajoy, que ha vivido un desgaste espectacular en los últimos seis meses". Sin embargo, Uriarte cree que el Gobierno Vasco no debe intentar caminar solo, como ha hecho el gabinete de Patxi López, sino que Ajuria Enea tendrá que alcanzar un gran pacto para superar la crisis, convocando a todos los agentes políticos, sociales y económicos. Se trataría, dijo, de "un acuerdo para repensar cómo queremos que sea este país y empezar a trabajar la enorme fragmentación existente, buscando lugares comunes".
Potenciar el Concierto
"Instrumento crítico"
La primera de las cuestiones que Euskadi habría de abordar, a juicio de Uriarte, es la de una profunda reforma de país. Por un lado, potenciando el Concierto Económico, que calificó de "instrumento crítico de transformación". Y por otro, "fomentando nuestras capacidades, para lo cual es necesaria la colaboración público privada". En este último aspecto apuntó que "es ineludible pensar diferente y actuar globalmente". Al margen de ello, agregó que las administraciones habrán de afrontar "un cambio significativo de ritmo" para cuya consecución, aventuró, se producirán "más reformas que vendrán de España y otras desde Euskadi, y que abarcarán las políticas presupuestarias, financieras, de empleo, educativas e institucionales".
Por otra parte, el consultor estratégico marcó como prioridad también el reposicionamiento de Euskadi en el entorno global con el fin de lograr una mayor penetración en los mercados exteriores. En el horizonte, apuntó, debería estar alcanzar el objetivo de una exportación que represente al menos el 45% del PIB vasco, sobre el 33% actual. Uriarte fue tajante al indicar que "no consiste en exportar bobadas sino cosas complejas que nos permitan mantener salarios altos". Dicho de otra manera, materializar de una vez por todas una economía basada en "acciones de alto valor añadido impulsadas por un fuerte conocimiento". Pero para eso la sociedad vasca ha de reforzarse, ahondando en el proceso de "cambiar a las personas, desarrollando las capacidades, potenciando fuertemente un sistema educativo que tiene que coordinarse profundamente con el sistema de innovación, y que debe conseguir una sociedad trilingüe y aspirar a que esta sea cuatrilingüe".
Cambio de Valores
Cultura de cumplimiento
Por último, Uriarte hizo especial hincapié en que el futuro Gobierno Vasco habrá de trabajar para "regenerar Euskadi" con el propósito de recuperar "muchísimos valores que hemos perdido". Según afirmó, "los vascos de ahora no son los históricos, no tienen la cultura de cumplimiento que hemos tenido históricamente". El exconsejero de Economía utilizó palabras duras para arremeter contra "la pérdida de valores éticos y morales en la sociedad española, que se puede observar sin problemas en la clase política, que ha hecho que el sistema de partidos y las instituciones estén podridos". Ante ese panorama, agregó, "un país corrompido tiene difícil salida". Sin embargo, comoquiera que "en Euskadi no estamos en esa situación", Uriarte remarcó que "tenemos la obligación de mejorar nuestros valores, consiguiendo una sociedad rica que dé amparo a todos los que lo necesitan, empezando por los más débiles y terminando con los que se han quedado en el camino".
El economista quiso concluir abriendo el interrogante acerca del futuro que desea la sociedad vasca. "Necesitamos visión, pensar a qué aspiramos como país; sin visión no hay transformación, solo hay evolución". Uriarte se mostró convencido de que "ahora que la espesa niebla de ETA ha desaparecido, podemos empezar a vender con fuerza la marca de Euskadi en el mundo, cambiar la imagen del país para tener presencia en foros internacionales. Podemos llegar a ser una zona económica mundial de referencia pero ¿qué compromisos estamos dispuestos a asumir?".