Zumaia. Zumaia amaneció desolado ayer al conocer la trágica noticia del fallecimiento del joven Gorka Ramos Hernández, de 27 años de edad. Según confirmaron fuentes sindicales a este periódico, este trabajador de la Artadi Alimentación S.L., del grupo Okin, en Zumaia, "llevaba unos ocho meses en la empresa" y su hermano menor, Egoitz, se encontraba "trabajando en el mismo relevo", en otra zona de la misma fábrica, la misma noche en que su hermano perdió la vida. Según precisaron otras fuentes de los trabajadores, Egoitz apenas llevaba "dos o tres semanas" en la empresa, por lo que no era tan conocido en la fábrica. Gorka Ramos se convirtió ayer en la 23ª víctima mortal de un accidente laboral en lo que va de año en la CAV y el octavo en Gipuzkoa, según datos de Osalan. Las centrales sindicales ELA y LAB hablaban de 28 y 27 fallecidos, respectivamente, en 2012 en Hego Euskal Herria, incluyendo Navarra. Su cuerpo -la muerte se certificó hacia las cinco de la madrugada-, fue hallado, ya sin vida, a las 2.55 horas de la pasada madrugada por varios compañeros de trabajo en el interior de un contenedor en el que se depositaban desehechos de pan defectuoso, harina y otras masas.

Gorka Ramos era uno de los encargados de retirar estos residuos -se les conoce como papilleros- con una máquina a los contenedores de camión ubicados fuera del pabellón cubierto de la fábrica. Unos containers que al llenarse eran cargados y retirados para su posterior empleo en la fabricaación de piensos en Navarra. Fueron sus compañeros del relevo de noche -la moderna planta inaugurada por el grupo Okin en 2002 en Zumaia emplea a 149 personas que trabajan a tres relevos (mañana, tarde y noche)- los que se preocuparon por la prolongada desaparición de Gorka y varios de ellos tuvieron que ser atendidos por inhalación de gas metano al ir a socorrer a Gorka y sacar su cadáver del contenedor. En total, otras once personas tuvieron que ser evacuadas, una de ellas un sanitario y el resto trabajadores de Okin. El más grave de todos, Víctor A.R., de 33 años de edad, origen mexicano y residente en Zarautz, se encontraba aún ayer por la noche ingresado en la UCI del Hospital Donostia, donde fue trasladado junto a otros dos compañeros, de 24 y 30 años, que fueron dados de alta ayer mismo. Otros dos (uno de 42 AAV) y otro de 36 (SEN) fueron trasladados al hospital de Mendaro, donde recibieron tratamiento de oxigenoterapia a causa de la inhalación de un derivado de gas metano y uno de ellos ha necesitado de broncodilatadores, según indicó la directoa del hospital, Arantza Mendiguren.

El accidente afectó a seis personas más, uno de ellos un sanitario de las ambulancias que acudió al lugar del suceso y que tuvo ser atendido allí mismo, al igual que otros cuatro trabajadores con problemas respiratorios. El sexto fue trasladado al ambulatorio de la vecina localidad de Zarautz para recibir atención médica.

El suceso se vio envuelto, además en circusntancias especialmente dramáticas, ya que su hermano menor, Egoitz, se encontraba trabajando en el mismo relevo, aunque en otra zona de la fábrica, en labores de envasado. Según indicaron ayer fuentes de los trabajadores a este periódico, Egoitz, más tímitod que su hermano, apenas llevaba "dos o tres semanas en la empresa". Según indicaron fuentes sindicales a este periódico, los padres del fallecido se encontraban en la propia fábrica, alertados desde la fábrica de su ausencia y en sospecha de que indispuesto, se hubiera ido a casa. La voz de alarma comenzó a extenderse y finalmente con la ayuda de las cámaras de seguridad de la propia empresa se localizó su cadáver, en el interior. El fallecimiento de Gorma Ramos fue un mazazo. La dirección y los trabajadores de la empresa acordaron parar la producción durante 24 horas en señal de duelo y "por respeto a su familia". Según indicó el presidente del comité de mpresa, Iñaki Benavente (ELA), Gorka "estaba realizando su trabajo habitual y en un momento de la noche se detectó que había faltado más de lo habitual".