Vitoria. Conforme avanza el calendario laboral, las consecuencias de la reforma laboral empeoran. El goteo de expedientes de regulación, en el mejor de los casos, y los cierres de empresas, en el peor, es incesante. En este dramático contexto Álava no es una excepción. En estos momentos son varias las compañías y cientos los trabajadores amenazados con echar la persiana y engordar las listas del desempleo (a día de hoy roza los 25.000 parados), pero es que hay otros tantos que ni tan siquiera gozan de ese privilegio. Sencillamente porque sus empresas han tirado de manual y han aplicado a rajatabla el contenido de la reforma. "Que para eso está", sostenía con cierto desdén un directivo de Beretta Benelli al comité de empresa recientemente.
En este rosario de desgracias, además de la firma escopetera, se encuentran también Celsa (antigua Laminaciones Arregui), Pemco Esmaltes o Hydro-Alumafel. El último protagonista en subirse al carro ha sido el Grupo Holtza, dedicado desde hace 23 años al sector de la madera y que el pasado miércoles certificó el despido de 34 trabajadores de su planta de Gojain. Expirado ese día el periodo de consultas fijado tras la presentación del ERE de extinción el pasado 27 de abril, ni dirección ni comité alcanzaron un acuerdo -los trabajadores presentaron un plan de bajas incentivadas-, lo que llevó a efecto la totalidad de los despidos, que suponen prácticamente la mitad de la plantilla.
Representantes del comité, que calificaron entonces de "brutal agresión y castigo" la medida, lamentaron ayer el castigo que "una vez más" van a asumir los trabajadores después de "años de bonanza económica y excelentes beneficios". Hay que recordar que el Grupo Holtza es uno de los referentes en Euskadi dentro del sector de la madera, con más de 2.000 proyectos llevados a cabo, muchas veces, de la mano de arquitectos de prestigio como Santiago Calatrava, Cruz, Rogers y Tusquets, entre otros.
Laminaciones en Olárizu Como respuesta a actuaciones de este tipo, el sindicato LAB protagonizó una nueva protesta por las calles de Vitoria bajo el lema Araba ez itxi en la que agrupó a trabajadores de empresas alavesas afectadas como Celsa, Beretta y Cobra. Por la mañana, en las campas de Olárizu, trabajadores de Celsa Atlántic protagonizaron otra singular protesta confeccionando una gran pancarta en la que se podía leer Arregui en lucha. Precisamente hoy comenzará la liquidación de la compañía, una vez que el grupo catalán rechazara ayer una vez más negociar el plan social propuesto por el comité, que ahora deberá negociar el despido de los 352 trabajadores de las plantas de Vitoria y Urbina.