Madrid. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, advirtió ayer de que hay un "serio riesgo" de que los mercados no presten dinero a España o lo hagan a precios "astronómicos", y reclamó a la UE un mensaje "claro y contundente" en defensa del euro y de "la solvencia de las deudas soberanas de los países europeos". Pero este llamamiento no surtió efecto y la Comisión Europea eludió responder. Cuestionada sobre el tema, la portavoz del Ejecutivo comunitario, Pia Ahrenkilde, se limitó a señalar que no le consta que Rajoy haya hablado o tenga previsto hablar en las próximas horas con el presidente, José Manuel Durao Barroso, aunque tampoco lo excluyó. "No tengo otros elementos que aportar sobre la economía española", dijo ante la insistencia de los periodistas.
Hacía un mes que Rajoy no comparecía en el Congreso y la sesión de control al Gobierno coincidió con una nueva jornada negra en los mercados, en la que la prima de riesgo de la deuda española llegó a alcanzar los 507 puntos. En este contexto, el presidente reconoció a los periodistas en los pasillos de la Cámara Baja que la situación es "muy complicada", pero aseguró que el rumbo que siguen las reformas en España "es el correcto" e instó a la UE a actuar. "Austeridad sí, crecimiento también, pero me gustaría también un mensaje claro, contundente, en defensa del proyecto del euro y una afirmación de la sostenibilidad de la deuda pública de todos los países europeos que en estos momentos está sometida a discusión", recalcó. Sin nombrarlo, Rajoy estaba hablando de los eurobonos (que todos los países socios respondan por la deuda de los demás), una reclamación que rechaza tajantemente su aliada Ángela Merkel y que, curiosamente, defienden su rival político Hollande.
rescate Según explicó, habla casi todas las semanas con los líderes europeos y "en ningún momento se ha comentado la necesidad de ayudar a España". "El Gobierno sabe lo que tiene que hacer; somos conscientes de la dificultad, vamos a continuar haciéndolo, pero vamos a salir adelante", manifestó el jefe del Ejecutivo para defender las reformas puestas en marcha en España para "salir del pozo".
Ya las había defendido poco antes en el pleno del Congreso al ser interpelado por el líder del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien le tendió la mano para lograr un pacto de Estado en materia económica.
Pese a este ofrecimiento, el presidente del Gobierno prefirió mantener su apuesta asegurando que "España tiene que continuar el camino emprendido y lo prioritario es reducir el déficit público", porque "hay un serio riesgo de que no nos presten dinero".
Ha subrayado también la necesidad de reformas estructurales y de sanear el sistema financiero, porque muchas entidades, como le ocurre a muchas administraciones, "no se pueden financiar".
Era su primer cara a cara desde la intervención de Bankia y Rubalcaba se mostró dispuesto a dialogar también sobre la reforma financiera.