DONOSTIA. Este testigo, que hizo de intermediario en el pago de la deuda de la empresa de unos amigos con la Hacienda foral, ha explicado que hizo varios pagos, dos de ellos por importe de 90.000 y 124.000 euros en mayo y julio de 2004, si bien desconocía que para entonces Bravo ya no era director de la oficina de Hacienda de Irun.

Ha precisado que no le pareció extraño que los pagos se hicieran en la gestoría Urdanibia de Irun, porque el procesado le explicó que estaba muy ocupado por las mañanas y que por la tarde se encontraba en la asesoría.

Ha señalado que cuando entregó el dinero en metálico a Bravo creía que pagaba a un funcionario de Hacienda, y que aunque no le facilitó recibos de estos abonos confió en él porque le dijo que ya se los daría "en otra ocasión" y "confiaba en la persona" que, a sus efectos, "era un representante de Hacienda".

Ha recordado además que previamente había hecho un primer pago en la asesoría de 12.000 euros -como señal de que luego iban a efectuarse los otros dos- por el que si recibió un justificante de que ese dinero iba a ser entregado a Hacienda, y ha recalcado que de haber conocido que Bravo ya no era un funcionario foral no le habría entregado el dinero.