vitoria. Josu Sánchez, que sustituye en el cargo a Victoriano Susperregui -ha estado al frente de la entidad en los últimos 28 años-, no pretende implementar nuevos rumbos a una entidad que tiene una velocidad de crucero que le ha convertido en la primera sociedad de garantía recíproca del Estado con más de 11.000 socios. Este alavés de 58 años, que le gusta ejercer como tal, aportará a la entidad su experiencia empresarial como fundador en 1979 de la constructora Lagunketa de la que hoy es su vicepresidente.
¿Qué planes tiene previsto acometer al frente de Elkargi?
Todavía tengo que aterrizar. Creo que hay que acometer el reto del futuro donde los escenarios financieros van a cambiar y, ahí, Elkargi también va a tener que adecuarse a esos escenarios futuros que, de momento, no sabemos muy bien cuáles van a ser. La economía y las finanzas van a tener que cambiar de alguna forma y Elkargi está preparado para afrontar ese cambio porque tiene un equipo humano y profesional muy cohesionado, suficientemente preparado para asumir cualquier reto. Además, tiene un gran capitán que es Jesús Alberdi, y seguro que con este equipo vamos a hacer bien las cosas.
Sin embargo, se percibe un cierto repunte a final de 2013 ¿Elkargi coincide con esas apreciaciones?
Los indicadores que tenemos señalan que a finales de 2013 parece que puede haber una cierta recuperación. La salida de la crisis será cuando baje el paro, porque mientras siga creciendo no podemos hablar de mejoría. También tenemos que trabajar desde el optimismo. No podemos estar permanentemente en el desasosiego. Tenemos que ser fríos, pero también ver las cosas con pasión y creyendo en lo que hacemos. Las medidas que se están tomando están bien en lo que significa de recortes, pero también hay que gastar e impulsar el crecimiento y que la actividad de las empresas crezca. Para que eso ocurra necesitamos financiación. Hay empresas vascas con proyectos importantes que necesitan financiación. La empresa vasca ha pasado por muchas vicisitudes y está preparada porque ha hecho los deberes, ya que está mejor que las compañías de su entorno. Mi predecesor en la presidencia de Elkargi, Victoriano Susperregui, dijo que ahora tocaba subsistir. Y es cierto, pero no podemos subsistir toda la vida.
¿Hasta que no termine la reestructuración del sistema financiero las empresas seguirán teniendo problemas de financiación?
Uno de los retos que tenemos es la reestructuración del sistema financiero. Todavía no sabemos demasiado bien cómo están los activos inmobiliarios, que a mí me gustan llamarlos problemáticos y no contaminados, porque en un momento dado eran buenos, aunque ahora no lo sean tanto. Esos activos inmobiliarios problemáticos habrá que valorarlos. Cuando se sea capaz de cuantificar y valorar los activos inmobiliarios y el sistema financiero haya quedado saneado, podremos salir adelante.
¿Cuál puede ser el efecto en las empresas por la falta de financiación de las entidades de crédito?
No tenemos datos sobre a cuanto asciende el efecto de la falta de financiación de las empresas. Estamos viendo muchas operaciones que están a la espera de que el banco o la caja de turno apruebe la financiación.
Luego tenemos el problema de que muchas empresas tienen que devolver este año los préstamos concedidos en 2009 para financiar el circulante...
Habrá empresas que los puedan devolver los préstamos y otras que tengan que reestructurarlos. De hecho, se está refinanciando el circulante con préstamos a más largo plazo. En este momento, Elkargi, mediante su intermediación con las entidades de crédito, está garantizando que las empresas puedan refinanciar ese circulante.
¿Qué respuesta están dando las entidades financieras?
Buena, las entidades financieras están acudiendo a nuestra llamada. Las empresas tienen que tener una cierta solvencia, y su balance tiene que estar bien estructurado.
¿Hubiera sido bueno que el Gobierno Vasco hubiera mantenido ese fondo para el circulante de las empresas?
Es difícil de contestar a esta cuestión, porque el Gobierno Vasco también tiene un problema financiero y económico. Está igual que los demás con un descenso de los ingresos y con deuda. Sin embargo, el Gobierno Vasco todavía tendría posibilidad, sin entrar en demasiadas complicaciones, de endeudarse un poco más, porque en este país, dentro de lo malo, no estamos tan mal. Hay que pensar que el déficit se puede digerir.
No es lo mismo para la entidad financiera contar como garantía con unos fondos depositados por el Gobierno Vasco...
Sí, pero las entidades financieras también son conscientes del problema. No olvidemos que las entidades financieras viven del crédito.
¿Hubiera sido bueno que las diputaciones también hubieran puesto en marcha planes de ayuda en este sentido?
No creo en las ayudas, ni en las subvenciones, sino en facilitar la financiación de las empresas. Las empresas necesitan ayuda financiera pero también tienen que ser capaces de llevar a buen fin su proyecto y devolver el dinero que se les ha prestado. En algunos casos, por supuesto, que hay que ayudar en lo que se refiere a innovación, investigación y creación de empresas. Pero, al margen de esos aspectos, para el día a día de una empresa no son buenas las ayudas, si, en cambio, la financiación.
¿Y reducir los costes de financiación de las empresas como un porcentaje en los tipos de interés?
No lo considero una ayuda. Si mañana cualquier diputación dice que va a dar una subvención para bajar en dos puntos los tipos de interés, habría que ver quién va a pagar, si la diputación o la banca, y para qué.
¿Han hecho alguna gestión con las diputaciones en ese sentido?
Todavía no. Hay que darse cuenta que Elkargi es una entidad avalista. Por supuesto, que acude a las instituciones a proponer. Cuando el Gobierno Vasco sacó adelante el plan del circulante, Elkargi tuvo muchísimo protagonismo en esa cuestión. Por supuesto que Elkargi está constantemente en comunicación y relación con las instituciones. Vamos a ver qué pasa este año, con el plan de financiación global de las empresas del Gobierno Vasco que parece que cuenta con la aprobación de la UE.
¿Elkargi va a participar en ese plan, a pesar de que no fueron llamados en primera instancia?
Por supuesto, Elkargi vive de su función que es avalar a las empresas.
¿Cuáles son las perspectivas que tiene Elkargi para este año, teniendo en cuenta que el año pasado se produjo una caída importante en la formalización de avales al llegar a los 201, 2 millones de euros?
La caída ha sido del 25%, y no del 40%, porque dentro de ese porcentaje estaba la financiación del circulante. Las perspectivas para este año van a ir en esa linea y los avales van a caer algo porque la actividad no ha crecido. Tiene que haber crecimiento y actividad para que las empresas soliciten avales. Si no hay inversión para que van a pedir un aval. De momento, nos estamos manteniendo y en el primer trimestre tampoco hemos visto muchos cambios.
¿Hay preocupación de que este año aumente también la mora en las empresas?
Creemos que la mora de las empresas va a aumentar porque no hay reactivación de la economía y de gasto. De hecho, el año pasado el ratio de morosidad en Elkargi pasó de 1,19%, registrado el año anterior, al 1,93%. A pesar de que es un porcentaje alto no se puede comparar con el que tiene una entidad financiera porque no somos un banco de crédito.
¿Hay que implementar políticas industriales más activas?
El Gobierno Vasco está haciendo un esfuerzo en internacionalización porque hay que salir fuera. Pero también tiene que haber un cambio de mentalidad en favor de la cooperación y las alianzas entre las empresas. Si el 40% de las empresas de Elkargi tienen entre uno y cinco empleados habrá que crear empresas fuertes para competir en el exterior. Y para eso, hay que cooperar y unirse.