vitoria. A día de hoy, el 35% del gas natural que España compra a los países productores procede de Argelia. Hubo un tiempo, sin embargo, en que la dependencia era casi del 60%, un porcentaje al que no se volverá a llegar, aseguran los expertos, pero que sí crecerá "considereblemente" respecto a las cifras actuales por una razón clara, la entrada en funcionamiento el pasado año del gasoducto submarino de Medgaz, que une Beni Saft (Argelia) y Almería. Se trata de un cordón umbilical de 210 kilómetros en el que se ha invertido 900 millones de euros, ha empleado a 2.000 personas y con el que se pretende transportar 8.000 millones de metros cúbicos al año.

En semejante proyecto, además de promotores argelinos (Sonatrach y GDF Suez) existe también una considerable presencia española con compañías como Cepsa, con una participación del 20%, Endesa, 12%, y la eléctrica vasca Iberdrola, con otro 20%.

La idea de construir este gasoducto surgió en los 70 . Sin embargo, las limitaciones técnicas del momento frenaron la construcción en aguas muy profundas. Años después las limitaciones se superaron y Cepsa y Sonatrach retomaron el proyecto en 2001. Industria lo declaró como "estratégico" y lo incluyó en la planificación energética nacional 2002-2011, mientras que la Unión Europea lo calificó como proyecto "de interés común" dentro de las redes transeuropeas de la energía.