BILBAO. Tres de estas oficinas corresponden a la red dirigida a las empresas y están ubicadas en las ciudades de Vigo, Granollers (Barcelona) y Sevilla.
Las otras 35 integran la red minorista de sucursales convencionales y 6 están en Catalunya, 3 en Valencia y Murcia, 5 en Madrid, 11 en Andalucía y 4 en Nafarroa. También se cerrarán oficinas en las ciudades de Logroño (1), Zaragoza (2), Santander (1), Gijón (1) y Oviedo (1).
De estas 35 oficinas, 7 proceden de la vizcaína BBK, 1 de la alavesa Vital y las 27 restantes de la guipuzcoana Kutxa.
Los cierres, que constituyen el primer ajuste de la entidad tras la integración, se producirán antes del próximo 31 de marzo y afectarán a un centenar de empleados, según ha informado sindicatos y empresa.
La decisión de cerrar estas oficinas, según ha informado la entidad, se ha adoptado siguiendo criterios de rentabilidad y se enmarca en la política de racionalización de sucursales emprendida por todo el sector y que en este caso, además, trata de evitar duplicidades.
Los acuerdos de integración del banco incluyen un pacto laboral que excluye medidas traumáticas y prevé recolocaciones, bajas incentivadas y prejubilaciones para los trabajadores que se puedan ver afectados por los posibles ajustes.
Kutxabank ha facilitado esta información a los sindicatos en el transcurso de la reunión constitutiva de la comisión negociadora de la nueva entidad, celebrada hoy en Bilbao.
La mesa, según fuentes sindicales, ha quedado integrada por seis representantes de CCOO, dos de Pixkanaka (Kutxa), dos de ELA, uno de LAB, uno de ALE (sindicato nacido en las oficinas de Madrid) y uno de GIV (Vital).
Este órgano negociará las condiciones laborales de todo el conjunto de trabajadores de la entidad, en contra del criterio de los sindicatos nacionalistas (ELA, LAB) y el profesional ASPEM, que reclamaban que atendiera exclusivamente al ámbito vasco.
Los sindicatos vascos son conscientes de que las oficinas de fuera de la CAV y Nafarroa tienen casi tanta representación como las de estas dos comunidades. "No queremos imponer nuestras condiciones, pero tampoco que nos las impongan", explicaba recientemente un dirigente de LAB.
Por eso proponen que los trabajadores de Kutxabank ajenos a estas dos comunidades negocien un convenio propio, se sumen al que se negocie en Euskal Herria o se adhieran al general de las cajas.
ELA y LAB, a través de sendos comunicados, han criticado la dirección que ha tomado la mesa negociadora, con la "aquiescencia del sindicalismo español y la empresa liderada por Mario Fernández".
Para ELA, la comisión negociadora nace "con un grave déficit democrático, ya que no refleja la voluntad de los trabajadores de la nueva entidad en Euskal Herria, negando el ámbito vasco de negociación y primando el ámbito español".
Esto va a suponer, según ELA, que "la negociación del convenio de la mayor empresa de Euskal Herria, con más de 4.500 trabajadores en nuestro territorio, se lleve a cabo fuera de dicho ámbito, estando sobrerrepresentados los centros de trabajo en el Estado, dándose la duplicidad e incluso triplicidad en la representación sindical".
LAB ha criticado la "falta de voluntad" de las otras formaciones sindicales para realizar una consulta entre los trabajadores sobre el ámbito de negociación. "Han impuesto una supuesta mayoría de delegados cuyo número y representatividad es más que cuestionable", ha opinado este sindicato.