MADRID. El Tesoro francés superó ayer con éxito su primer test ante los inversores después de la rebaja de calificación decidida el viernes por Standard & Poor's (S&P) al lograr colocar 8.590 millones de euros, prácticamente el máximo previsto, en tres subastas de deuda con vencimientos a entre tres, seis y doce meses, en las que contado con una fuerte demanda logrando reducir los intereses ofrecidos. El hecho de que otra de las agencias de rating, en este caso Moody's, confirmara ayer el mantenimiento de la máxima nota de la deuda soberana gala en sus análisis, explicó también en parte el éxito de la subasta de deuda francesa. Eso sí, los responsables de Moody's advirtieron que mantendrán la vigilancia sobre los bonos galos y revisarán en tres meses su decisión de mantenerlos en el nivel de la máxima solvencia. En cuanto a España, tras la rebaja de dos escalones del viernes por parte de S&P y a la espera de ver como los mercados acogen esta semana la emisión de bonos a 10 años (Moncloa espera colocar 10.000 millones a interés bajo), el Ibex 35 se mantiene a la expectativa. Cerró plano la sesión de ayer (-0,01%), se aferra a la cota psicológica de los 8.400 puntos aunque se descolgó de los números verdes que imperaron en los parqués del resto de l continente. El selectivo madrileño, que llegó a bajar un 1% a lo largo de la negociación, mitigó el descenso gracias al empuje de grandes valores como Repsol (+0,94%), Santander (+0,57%), BBVA (+0,69%) y Telefónica (+0,37%). El Ibex se quedó atrás respecto a la tendencia al alza del resto de principales plazas, como Francfort, que ganó el 1,45%; Milán, que avanzó el 1,4%, o París, donde la subida alcanzó el 1%.
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