MADRID. "Tendremos controles a priori, de modo que antes de aprobar los presupustos, los gobiernos regionales necesitarán la 'luz verde' del Ejecutivo central", subraya.

Para De Guindos, "las dificultades de liquidez representan verdaderamente una oportunidad para imponer duras condiciones y medidas en términos de frenar los déficits de las regiones".

Estas medidas son solo una parte de una agenda de reformas económicas que De Guindos describe como "agresiva" y que el nuevo Gobierno quiere poner en marcha en sus 100 primeros días.

Además, De Guindos confía en que las reformas y las medidas de austeridad contribuyan a aumentar la confianza de España en los mercados, ya que "no podemos darnos el lujo de ir al mercado" y decir que España no va a aplicar una campaña ortodoxa en políticas fiscales, afirma.

"Esto es algo que sería muy perjudicial para la percepción de la economía española y muy perjudicial para la moneda única", subraya De Guindos.

En lo que respecta al paro, el ministro de Economía y Competitividad considera que en España, la caída del PIB durante la crisis era normal, pero ningún otro país, ni siquiera los rescatados, sufrió un deterioro del mercado laboral" de tal magnitud.

Así, a pesar de destacar que el elevado paro en España tiene "mucho que ver con la construcción", donde el ajuste ya se ha producido, apunta también a "la capacidad de las empresas para adaptarse a las condiciones".