madrid. El banco de inversiones estadounidense Goldman Sachs y la agencia de calificación de riesgo Fitch son claramente pesimistas sobre el crecimiento de la economía española.
Goldman Sachs prevé que la economía española se contraiga este año un 1,5%, pese a que la mayoría de expertos pronostican un estancamiento o incluso un ligero crecimiento, según un informe publicado por la entidad.
En su informe Goldman Sachs ha elogiado las medidas de austeridad aprobadas la semana pasada por el gobierno de Mariano Rajoy, con recortes en el gasto público y subidas de impuestos. Al mismo tiempo, ha considerado que éstas serán buenas para equilibrar las cuentas de calificación de riesgo públicas. Sin embargo, al mismo tiempo ha reconocido que tendrán un efecto negativo inmediato sobre la economía. El instituto estadounidense ha estimado que será "clave" la manera en que España combine a medio plazo el ajuste fiscal con las reformas estructurales para que la economía vuelva a crecer de nuevo.
La economía española se estancó en el tercer trimestre de 2011, y el Gobierno prevé un "crecimiento negativo" tanto en el último trimestre del año pasado como en el primero de 2012. Con ello, entraría en una fase de recesión, aunque el Ejecutivo prevé que se recupere a lo largo del año.
Por su parte, la agencia de medición de riesgos Fitch ha rebajado en medio punto las perspectivas de crecimiento del PIB español, de manera que no prevé ningún avance en 2012 y solo espera una mejora del 1,5% en 2013, según un informe conocido este martes.
En el último estudio al respecto, Fitch apuntaba a un crecimiento del 0,5% en 2012 y del 1,5% en 2013.
La delicada situación económica, lastrada por los altos niveles de desempleo, también está afectando al negocio bancario nacional, por lo que ha ratificado que toda la gran banca española tiene perspectiva negativa y está en revisión a la baja.
El informe apunta a que "el endurecimiento de la crisis en la zona del euro, el deterioro del ambiente macroeconómico en España y Europa, el incremento de la volatilidad del mercado y la huida del riesgo pueden afectar negativamente al perfil crediticio de los bancos".
Además, señala que la banca estrictamente nacional tendrá que hacer frente a numerosos "retos", mientras que las entidades con un negocio más diversificado geográficamente -Banco Santander y BBVA- tienen mayor capacidad para compensar sus resultados en España.
El informe apunta también que los costes de acceso a la financiación de los bancos se han visto afectados por el deterioro de la deuda soberana española, la falta de demanda de préstamos y el incremento en las exigencias de reservas impuesta por la Autoridad Bancaria Europea (ABE).
Añade que la mayor parte de los bancos necesita reforzar su capital, un proceso que ya ha comenzado y que para que tenga éxito necesita combinar la generación de capital interno, el canje de convertibles y la venta de algunos activos, así como la optimización de aquellos de mayor riesgo.