VITORIA No hay medias verdades cuando habla Mario Fernández, factótum de la BBK y auténtico muñidor de la integración de las cajas vascas en torno a Kutxabank. Ayer volvió a dar muestra de ello en Vitoria. Invitado por la Cámara de Comercio habló de la crisis, la deuda, la internacionalización y también de Kutxabank, "que es mi libro", ironizó el ejecutivo vasco a escasos 40 días de su puesta en marcha. Abogó para salir de la actual coyuntura económica por rechazar un esquema de recortes "puro y duro" por considerarlo la consagración del "círculo vicioso" que nos conduciría a una situación "sin salida" dada la "compleja" situación actual. Para Fernández resulta "absolutamente imprescindible" efectuar el tijeretazo desde el punto de vista de la consolidación fiscal, incluyéndose recortes "más o menos estéticos que de cuantía", que sirven, dijo, para mandar un mensaje a la sociedad. Sin embargo, apostó por acompañar estos recortes de un incentivo de la actividad económica. Tras criticar con dureza la "incompetencia" de los líderes europeos en la gestión de la crisis, defendió Fernández un "cambio" en la política económica europea y advirtió de que en una situación global como la actual "la pretensión de que un territorio constituya una isla es una pretensión condenada al fracaso".