Fráncfort. El presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, descartó ayer que Italia y España necesiten apoyo financiero externo y consideró que se pueden ayudar a sí mismos.

En su intervención en el día del empresario alemán en Berlín, Weidmann, que también es miembro del consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE), dijo que los nuevos gobiernos en ambos países deben aplicar las medidas necesarias.

Además, Weidmann destacó los progresos de Irlanda y Portugal y aseguró que el caso de Grecia, con sus inmensos problemas estructurales, es "sin duda excepcional e incomparable con otros países".

El presidente del Bundesbank rechazó la idea de que el BCE se convierta en un prestamista de última instancia para países con un elevado endeudamiento ya que ello excedería su mandato, que es asegurar precios estables, y cuestionaría la legitimación de su independencia.

Las últimas semanas han aumentado las presiones desde Italia y España para que el BCE compre deuda soberana con el fin de contribuir a que bajen las primas de riesgo y la rentabilidad de los bonos de estos países.

El interés de la deuda italiana a diez años también permaneció ayer invariable en el 6,75% y la prima de riesgo en 481,4 puntos básicos.

Por otro lado, Weidmann auguró que, a pesar de la incertidumbre de la economía, Alemania no entrará en recesión: "Actualmente espero que no se produzca una recesión en Alemania; parece que, tras un fuerte tercer trimestre, se registrará una desaceleración significativa en invierno", pronosticó.