madrid. En apenas tres años, una de cada cinco familias hipotecadas en España habrá sido desahuciada sino cambia la actual legislación. Así se desprende de los datos aportados ayer por la Asociación de Afectados por Embargos y Subastas (AFES) que calcula que en 2015 se habrán ejecutado más de 700.000 desahucios entre los cuatro millones de hipotecas firmadas en el periodo que va de 2004 a 2008, los años de la llamada burbuja inmobiliaria en España.
Según el estudio elaborado y difundido por AFES, una de cada cinco transacciones llevadas a cabo en ese periodo (el 17,63% del total) eran "de alto riesgo", por lo que a los 170.627 desahucios que ya se han producido y las 168.603 viviendas que se encuentran en la actualidad en ejecución hipotecaria, se sumarán otras 373.912 ejecuciones en los próximos dos años.
escenario El informe aclara que estas cifras contemplan el escenario más favorable, esto es, sin aumento del desempleo y con el poder adquisitivo actual de las familias. Sin embargo, las previsiones hechas tanto por la Unión Europea como por el propio Ejecutivo central hablan de un escenario a medio plazo desalentador: 1,5 millones de familias tienen a todos sus miembros en paro; el país estará al borde de la recesión durante dos años más y la tasa de paro no bajará del 20% hasta finales de 2013.
Según AFES, la recuperación del mercado inmobiliario sólo será posible si se reactiva el crédito y si los precios se adaptan a la demanda, circunstancia que depende también del saneamiento del sector financiero y del control del déficit público.
El presidente de la asociación, Carlos Baños, opinó que a los bancos no les interesa quedarse las casas y convertirse en "las mayores inmobiliarias del país". Desde AFES se apuesta porque el nuevo gobierno que surja tras las elecciones del 20-N apueste por la dación en pago, como fórmula para atajar el problema.