Donostia. "Se deben plantear medidas de blindaje al máximo posible para que la integración de las cajas no afecte al control público y a la función social de la entidad resultante, porque ese peligro existe con el actual proyecto", aseguró el responsable de Política Económica y Fiscal de EA y presidente de la Fundación Elkartasuna, Rafa Larreina. "Si no existe ese blindaje no podremos apoyar la integración", precisó.
El dirigente de EA participó el martes, en Arrasate, en la serie de intervenciones que Ekai Center está organizando sobre la integración de las cajas vascas, en donde expresó la opinión de su partido sobre las consecuencias que el proyecto puede tener a la hora de preservar la función social y el control público que tenían las entidades de ahorro en el nuevo banco, KutxaBank. Sobre el primer aspecto, Larreina aseguró que "el proyecto puede poner en peligro la función social de las cajas no sólo en lo que se refiere a la Obra Social, sino en su labor pegada al terreno de apoyo a las pymes, autónomos y trabajadores".
Larreina enfatizó mucho en este aspecto porque, en su opinión, la función social de las cajas no sólo tiene que ver con garantizar la actividad de Onkologikoa, o el apoyo a iniciativas culturales y sociales a través de las respectivas Obras Sociales, sino en asegurar su función social en el entorno.
control público En lo que se refiere al control público del nuevo banco, Larreina puso en duda que haya garantías de que el 100% de su propiedad siga en manos de las cajas, porque con "el proyecto de bancarización, se va a poner en manos de la banca tradicional un mercado al que hasta ahora era totalmente ajena en Euskal Herria".
En este sentido, puso como ejemplo el caso de Caja Navarra, integrada en Banca Cívica y "cuya asamblea no tiene ningún control sobre el banco".
En opinión del responsable de EA, frente a la existencia de esos "peligros reales", es necesario "aclarar y reforzar estas cuestiones mediante un blindaje para evitar que se puedan producir en el futuro situaciones no deseadas".
En este sentido, se preguntó en referencia al plazo de tres años que se establece para destinar el 30% de los beneficios a la Obra Social la falta de seguridad sobre si esa situación se puede prolongar en el cuarto año. "Hay que tener garantías sobre lo que va a suceder después y aclarar en este momento las posibles contingencias de futuro", aseguró.
Larreina se mostró también favorable a recuperar, cuando se tengan las mayorías necesarias, la figura del Banco Público Vasco porque "ahora es más necesario que nunca".