vitoria. La notificación ayer del diputado de la Hacienda alavesa, José Zurita, de que la Diputación tendrá este ejercicio una caída de la recaudación de 40 millones de euros sobre lo marcado, se une a la previsión formulada este mismo miércoles por su homóloga guipuzcoana, Helena Franco, del desfase de 100 millones en el territorio vecino y que ha despertado la polémica en torno a unas partidas consideradas no explicadas adecuadamente. Unos datos que auguran que las noticias que llegarán desde Bizkaia no serán mucho mejores y que la recaudación total de Euskadi sufrirá un agujero más que preocupante. Un tema que, sin duda alguna, se tratará en la próxima reunión ordinaria del Consejo Vasco de Finanzas (CVF) -constituido por las diputaciones y el Gobierno Vasco- que se celebrará el próximo 15 de octubre. Y es que, como señaló el propio Zurita, este organismo realizó una previsión "poco realista" que supondrá ahora hacer encaje de bolillos para buscar soluciones.

No hay que olvidar que, en base a la filosofía del riesgo compartido, cada euro que deja de ingresar un ejecutivo foral supone 70 céntimos menos para Lakua, 15 para los ayuntamientos y otros 15 para la propia Diputación. Esto obligará a decidir si este organismo apuesta por una reducción del gasto público o por un aumento de los impuestos. Y para ello, más allá de las filosofías y preferencias de unos y otros partidos, habrá que tener en cuenta dos factores fundamentales. En primer lugar, que el Gobierno Vasco casi ha agotado su techo de déficit situado por ley en el 1,3% y, en principio, con una obligación legal de cumplimiento que muchas comunidades ya han obviado. Y, en segundo, si será posible recortar el gasto lo suficiente como para paliar este agujero después de haber realizado ya muchos ajustes. Para conocer la respuesta sólo habrá que esperar hasta otoño.