parís. El Gobierno francés decidió ayer aumentar la presión fiscal sobre los grandes salarios de ese país con la creación de un nuevo impuesto del 3% sobre aquellos que perciban más de 500.000 euros anuales. "Se trata de una imposición excepcional cuya duración fijamos hasta que se alcance el objetivo del 3% de déficit. Cuando lleguemos a ese objetivo (programado para 2013), la medida será suprimida", informó el primer ministro francés, François Fillon.

La iniciativa, a ocho meses de las próximas elecciones presidenciales, se produce un día después de que 16 de las mayores fortunas francesas pidieran al Gobierno que les imponga un impuesto especial para contribuir a salir de la crisis que vive el país. Entre los firmantes figuran el presidente de L'Oreal y su máxima accionista, los patrones de la petrolera Total, el grupo hotelero Accor, el alimentario Danone, el banco Société Générale, el operador de comunicacones Orange, la aerolínea Air France-KLM y el fabricante automovilístico PSA Peugeot-Citröen.

Fillon también rebajó ayer la previsión de crecimiento fiajda para la economía gala para este año hasta el 1,75% desde el 2% previsto anteriormente. En 2012 el Ejecutivo galo espera también una expansión del PIB del 1,75%, medio punto por debajo de la estimación.