vitoria. Al polvorín de Mercedes Benz sólo le falta una chispa para que acabe saltando por los aires. Y ésta podría llegar el próximo martes durante la celebración de una nueva reunión -la número 14-, entre la Dirección y los sindicatos para tratar de avanzar en la negociación del convenio colectivo. "En la mano de la empresa está hacer cambios considerables en sus pretensiones, sino la conflictividad será inevitable", avisó ayer el comité de empresa durante una comparecencia extraordinaria en la que rechazó la versión "retrógrada" del director general, Emilio Titos, de exigir, entre otros, un recorte del 10% en los salarios como premisa para que Vitoria fabrique el modelo que sustituirá a la Vito. Un proyecto estratégico que aseguraría carga de trabajo para los próximos diez años y que atraería, entre otros, cuantiosas inversiones y nuevos puestos de trabajo.
Sin embargo, en vista de que la posición de Mercedes parece firme y que el comité advirtiera ayer con contundencia de que "no todo vale" en la negociación para conseguir la adjudicación, se ciernen tiempos de alta tensión sobre la planta de Ali Gobeo. La comparecencia sindical de ayer corrió a cargo de José Antonio Moreno, presidente del comité en representación de UGT, Igor Gebara, representante de ELA, e Iñaki Anda, de LAB.
"chantajes desmedidos" Moreno, que abrió fuego con un análisis de la situación, aseguró que el escenario actual de Mercedes es de "no crisis", una interpretación diametralmente contraria a la que el pasado miércoles expuso Titos desde Stuttgart. A juicio del delegado de UGT, la plantilla ha llevado a cabo suficientes esfuerzos para aceptar ahora "chantajes desmedidos" como los que, dijo, propone Mercedes. Además de ampliar el bolsín laboral -cada trabajador debe en la actualidad 25 días a la empresa- y consumir, vía ERE, un paro equivalente a seis meses, Moreno cuantificó la producción prevista para este año para desmontar la teoría de la Dirección. Según los últimos cálculos, la planta alavesa ensamblará a lo largo de 2011 unas 85.000 furgonetas, "la media de las unidades producidas en los diez años anteriores a 2008", detalló el miembro de UGT. Por su parte, Igor Gebara ahondó en el mismo y cuidado mensaje elaborado por todas las centrales -UGT, ELA, LAB, CCOO, Ekintza, USO , ESK y CGT-, destripando la "realidad" de las pretenciones de Mercedes hacia los trabajadores, que dividió en cuatro aspectos: productividad, contención de costes, flexibilidad y movilidad funcional. "La empresa pretende que trabajemos más, en peores condiciones, perdiendo poder adquisitivo y con una flexibilidad y una movilidad a la carta sin ninguna compensación, y por ahí no vamos a pasar", resumió el portavoz sindical, que criticó con dureza la intención de la compañía de obtener "beneficios obscenos a costa de empeorar las condiciones de los trabajadores".
capacidad productiva El último en hablar fue el delegado de LAB, que leyó un manifiesto-resumen con la postura del comité a día de hoy. Fue una versión crítica con las intenciones de Mercedes -"quieren destrozar la negociación del convenio", aseguró Iñaki Anda- que por primera vez cuenta con el respaldo unánime del comité.
Ante la "avaricia empresarial desmesurada" que, según los sindicatos, la empresa pretende imponer a la plantilla, el comité insistió en que la fábrica de vitoria no está en un escenario de crisis y matizó que la capacidad productiva es más que suficiente para atender a todas las necesidades de producción que requiera el VS20. Es más, se atrevió incluso el representante de LAB a cuantificar el número de furgonetas que se podrían fabricar si la propuesta del comité sería aprobada: 165.000 unidades por año, casi el doble de lo que se tiene previsto ensamblar a lo largo del presente ejercicio.
salarios variables También incidió el delegado de LAB en el mensaje de la Dirección de desligar los salarios al IPC y condicionarlos a la productividad, al poner de manifiesto que los aumentos que la plantilla propone son "moderados" y añadir que una parte de su actual sueldo ya está condicionado a una retribución variable en función de factores como el volumen de producción, la calidad o el absentismo, "es decir, la productividad", añadió Anda. Tras el aviso de Titos el miércoles y la respuesta del comité ayer, las cartas ya están sobre el tapete. De momento, tras cuatro meses perdidos, nadie se ha levantado de la mesa, como está a punto de ocurrir en la negociación del convenio del Metal alavés, pero todo apunta a que la próxima reunión del martes puede precipitar los acontecimientos si ninguna de las partes da su brazo a torcer, algo que significaría la instalación definitivamente en la fábrica de Ali Gobeo de un clima de crispación insoportable que podría condicionar el futuro de los 3.200 trabajadores directos y los 13.000 indirectos que actualmente dependen del gigante alemán.
la influencia de mercedes Aunque en el devenir de la negociación, al menos de forma oficial, nada tiene que aportar la clase política alavesa, el comité sí aprovechó la ocasión para solicitar a las instituciones que no se muestren favorables a los intereses de la compañía, como recientemente dejó caer el titular de Industria, Bernabé Unda, y menos "sin saber cuáles son las condiciones actuales de la negociación", sugirió Moreno, quien también lanzó un mensaje de tranquilidad a la clase trabajadora de Álava: "Cualquier cesión por nuestra parte a las regresivas pretensiones de Mercedes pueden constituir un estímulo para que el resto de empresas lo persigan y exijan", reflexionó.