BILBAO. La alianza entre la entidad financiera vizcaina Ipar Kutxa y la guipuzcoana Bankoa será presentada hoy en Gasteiz y utilizará una novedosa fórmula jurídica para poder desarrollar su labor futura manteniendo la esencia de cada institución, según fuentes cercanas a la operación.
El problema de unir el negocio de una caja, que es una cooperativa de crédito, y de un banco, que es una sociedad anónima con un accionista mayoritario, el grupo Crédit Agricole titular del 99,64% del capital, fundamentalmente a través de la Caisse Regionale de Credit Agricole Mutuel Pyrénées, plantea algunos problemas técnicos que esperan resolver con imaginación pues la figura del Sistema Institucional de Protección (SIP) puesto en marcha en el anterior intento fallido de fusión de las cajas rurales fracasó ante la exigencia del Banco de España de que se mutualizara el 100% de los beneficios de las entidades, y no una cifra inferior como pretendían.
En el caso de Ipar Kutxa, una entidad que no olvida sus orígenes de apoyo al sector primario vasco no en vano es accionista de firmas como Kaiku o Piensos del Norte, su director general Carlos Osés ha señalado que la alianza con Bankoa, u cualquier otra entidad financiera, tendría que pasar por un modelo que "debería permitir el desarrollo del proyecto actual de la caja, compartiendo un reparto del control y la ejecución de la actividad financiera".
Dado que ambas entidades se complementan a nivel territorial y de clientes y el solapamiento de red es mínimo, de las 134 oficinas sólo 17, un 12,6% se cruzan en los dos principales territorios, Bizkaia y Gipuzkoa, ambas partes pueden salir beneficiadas de la alianza para hacer frente a la competencia.
En el caso de Bankoa, el antiguo Banco Industrial de Gipuzkoa, se había visto muy limitado al territorio guipuzcoano donde concentra 21 de sus 43 sucursales y la operación le abre la puerta a clientes de más tamaño en todo Euskadi, territorio que concentra la menor tasa de paro y de morosidad del Estado.
La alianza permitirá a ambas entidades, en especial a Ipar Kutxa Rural, beneficiarse del paraguas del socio mayoritario de Bankoa, el grupo francés Crédit Agricole, que tiene mayor y mejor, por barato, acceso a los mercados mayoristas de financiación prácticamente cerrados para las entidades bajo la marca España. Tras un día de múltiples reuniones que empezó en Ipar Kutxa a las 7 de la mañana al haberse flitrado el inicio de las conversaciones, los máximos responsables de Ipar Kutxa, el presidente Juan María Orbe, el vicepresidente, Roberto Ruiz de Infante y el director general Carlos Osés; junto con los de Bankoa, el presidente de Mutuel Pyrénées Gascogne, Jean Claude Rigaud, el presidente de Bankoa, Jean Clément Philippe y el consejero delegado, Kepa Egiguren, expondrán hoy el alcance del acuerdo en Vitoria. Previamente se reunirán el consejo rector de Ipar Kutxa y el consejo de administración de Bankoa para dar el visto bueno a la iniciativa. La operación configurará una entidad con 680 empleados y 134 sucursales, con unos activos de 5.300 millones de euros y unos beneficios de 20,7 millones en el pasado ejercicio que finalizó con un resultado neto de 13,4 millones en el caso de Ipar Kutxa, un 2,8% más; y de 7,3 millones, lo mismo, en Bankoa. Estas cifras positivas contrastan con el hecho de que bancos y cajas del Estado ganaron, de media, un 23% menos en el pasado año y las cajas de ahorros vascas, según la Federación Vasco Navarra, obtuvieron un beneficio un 28,8% inferior.