Fráncfort. El Fondo Monetario Internacional (FMI) considera que España es el mejor ejemplo de un país que va en la dirección correcta, pero alerta de que aumenta el fantasma de "una generación perdida" por el elevado desempleo entre la gente joven. El director del departamento de Europa del FMI, Antonio Borges, lo mantuvo ayer en el análisis del último informe de perspectivas económicas para el viejo continente. "Hemos apoyado mucho lo que ha pasado en España, especialmente en el sector bancario", insistió Borges quien destacó que esos esfuerzos han permitido que los mercados perciban hoy que la situación financiera española es "bastante sólida".
Sin embargo y pese a estas alabanzas, el FMI, en su último informe, habla por primera vez de lo que llama el EA4 (European Area 4), el grupo de "países periféricos" en el que figura España acompañada por los tres países ya rescatados: Grecia, Irlanda y Portugal. Borges resta importancia a este hecho y destaca que el FMI valora sobretodo que el fortalecimiento de las reformas económicas ha permitido a España "alejarse" de esos países.
jóvenes El directivo del FMI destacó que "vemos que España se mueve hacia un modelo de crecimiento más sostenible, no tan basado en el sector inmobiliario, sino en exportaciones y el sector del comercio y esto es crucial para el futuro y para las perspectivas de empleo a largo plazo".
Sin embargo hay un pero en este informe y es el alto índice de paro juvenil. El FMI alerta sobre el fantasma de "una generación perdida" y cree "extrema" la situación que explica por la excesiva dependencia del sector de la construcción, ahora en decadencia tras el estallido de la burbuja inmobiliaria, y que arroja a la calle a miles de trabajadores jóvenes "de baja cualificación". Frente a esto el FMI también respalda las líneas del Gobierno de España tendentes a reeducar a los trabajadores con programas de formación y medidas de ayuda en la búsqueda de empleo.
En las macrocifras, el organismo internacional prevé que España crecerá un 0,8 % este año y un 1,6 % el próximo, dos y una décima más, respectivamente, de lo que pronosticó en enero.