Vitoria. Menos crecimiento económico y más paro. El BBVA ha corregido a la baja sus previsiones de cara a 2012 debido a que el alza del precio del petróleo y la subida de los tipos de interés se han sumado a la debilidad del consumo familiar. El PIB español crecerá un 1,6% el próximo año, tres décimas menos que lo estimado hace solo dos meses, según el gabinete de estudios de la entidad. La tasa de paro se situará en el 20,5% el próximo año frente al 20,1% previsto en marzo. Con casi cinco millones de personas sin empleo en el Estado, la corrección supone otro año perdido para el empleo. Si se toma como referencia la última EPA cada punto de bajada en la tasa de paro supone que hay cerca de 232.000 parados menos. Según las previsiones de BBVA la cola del paro continuará por encima de los 4,5 millones de personas hasta 2013.
La valoración del escenario económico de la entidad financiera contrasta con la del Gobierno español tanto en términos PIB como en relación al empleo. Madrid cree que la economía crecerá por encima del 1% y que la tasa de desempleo bajará del nivel psicológico del 20% ya este año. Algo inviable para BBVA y para otros analistas, como el Banco de España. El motivo, para el banco que preside Francisco González, es que los ajustes y reformas activados por el Gobierno español no compensan los nuevos lastres, pero sí evitan una revisión a la baja del crecimiento de este año. En cualquier caso, el banco considera que es necesario que José Luis Rodríguez Zapatero sea más "ambicioso" en las reformas para "acelerar" la salida de la crisis en el Estado.
"Lenta recuperación" El economista jefe de BBVA Research, Rafael Domenech, presentó ayer en Madrid el panel de previsiones. La evolución del Estado desentona con el crecimiento a "ritmo vigoroso" de la economía mundial, cuyo PIB repuntará un 4,4% este año y el próximo. España en cambio se mantiene en una "senda de lenta recuperación", aunque podría empezar a crearse empleo durante el segundo semestre de este año. La mejora en el ámbito laboral estará vinculada a la reforma de la negociación colectiva y a la corrección de las "ineficiencias" del mercado del trabajo. Una economía con una tasa de paro por encima del 21% "requiere una intensa moderación salarial" y una "mayor flexibilidad" en los sueldos, apuntó Rafael Domenech.