madrid. El presidente territorial de Caja Mediterráneo (CAM), Angel Martínez, destacó ayer la voluntad de la entidad financiera de "seguir operando en bolsa", aunque no aclaró si pretende continuar en solitario o participar con algún otro grupo. En este sentido, ha defendido que la CAM "puede y debe continuar sola o encontrar otras fórmulas". En rueda de prensa, Martínez defendió su intención de "continuar adelante con el SIP (fusión fría ya frustrada en Banco Base) y pedir ayuda al FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) temporalmente", aunque no especificó el montante que solicitarán en el nuevo escenario. Martínez aseguró que eso "se está estudiando" después de que el resto de cajas integrantes de Banco Base (Cajastur, Caja Cantabria y Caja Extremadura) hayan "decidido salirse y romper el SIP".
En este sentido, reprochó al resto de cajas que el contrato que les unía "está para cumplirlo y especifica una serie de obligaciones y devociones", por lo que avanzó que Caja Mediterráneo "hará y demandará el cumplimiento de esas obligaciones especificadas en el contrato con las respuestas que su incumplimiento conlleve, porque la CAM ha cumplido hasta el último minuto y hasta el último punto".
Martínez añadió que el consejo de administración de la CAM se reunirá de nuevo hoy a las 17.00 horas para analizar la nueva situación planteada y cuales son las opciones que se le presentan a la entidad financiera y que pasan, en primer lugar, por "caminar solos". En segundo lugar, planteó la posibilidad de "formar parte de otro grupo". Al respecto argumentó que su caja "puede y debe continuar sola o encontrar otras fórmulas con el único objetivo de responder a las necesidades de los clientes, para servirles mejor y contribuir a la recuperación económica". De hecho, manifestó que Caja Mediterráneo "es la cuarta caja de España con más de 75.000 millones de euros de activos", por lo que es "mayor que algunos de los SIP que hay en estos momentos planteados".