bilbao. El Partido Nacionalista Vasco oficializó ayer su cambio de estrategia en el ámbito de las cajas ahorro vascas. Durante la celebración en Sabin Etxea de la asamblea nacional ordinaria anual, el líder jeltzale, Iñigo Urkullu, situó la cuestión en el eje central de su estrategia económica con un mensaje claro: la "primera opción sigue siendo la fusión" de las tres entidades financieras vascas.

En medio de un debate sobre el supuesto impasse de la fusión fría de BBK y Caja Vital, el PNV cerró filas en torno a la alianza más natural, la que incluye a Kutxa y apuesta por una integración real que vaya más allá de un Sistema Integral de Protección (SIP). "Es uno de los retos que tenemos por delante", dijo Urkullu, para reconocer la complejidad de la empresa. "No es fácil y cada día va a ser más difícil", añadió.

El planteamiento, que supone volver a la filosofía de fusión planteada de 2005, se basa en la misma lectura de hace casi seis años. La economía vasca necesita un músculo financiero fuerte para continuar por la senda de crecimiento frenada por la recesión. Lo que antes de la crisis era interesante desde el prisma económico, ahora es vital en el escenario de salida de la crisis. Se impone la necesidad de trabajar en esa dirección frente a los obstáculos que se presentan, vino a decir Urkullu.

Entre las dificultades, enumeró la propia crisis, pero también la complejidad de las asambleas -en una velada referencia a la atomización de la de la caja guipuzcoana y a la necesidad de activar pactos transversales en la alavesa-.

Es necesario sumar apoyos en el ámbito político y sindical, se trabaja en ello. Sin embargo, el "comportamiento" de populares y socialistas en la materia camina en la dirección contraria.

Prioridad para la fusión a tres A efectos prácticos el nuevo proceso de integración está activado, lo que supone la superación del esquema abierto a finales del año pasado para forjar una alianza entre BBK y Vital Kutxa.

Antes de la celebración de la asamblea, el portavoz del PNV en el Parlamento vasco y presidente del GBB, Joseba Egibar, aseguró en Radio Euskadi que la alianza a dos "había pasado a mejor vida" porque el sector está apostando por otras fórmulas diferentes a los SIP. A esa nueva dinámica sumó, como hizo más tarde Urkullu, la disposición de su partido a ir más allá en un proyecto a tres.

El objetivo es dotar a las cajas vascas de un tamaño suficiente para evitar un proceso de bancarización en el que puedan "perder su personalidad".

Los populares ya dieron ayer muestra de sus intenciones en ese ámbito. Así, el presidente del PP de Bizkaia, Antón Damborenea, criticó que el PNV vuelva "por sus fueros" al paralizar la fusión fría entre las cajas de ahorro vizcaína y alavesa, "sólo en función de sus intereses particulares".

Según dijo Damborenea, la integración de BBK y Caja Vital Kutxa lleva "dos meses paralizada" debido a la decisión del PNV de reactivar la fusión a tres. El dirigente del Partido Popular recordó que su partido estaba dispuesto a estudiar esa alianza, pero el tono de su intervención revela una nueva oposición política al proyecto que incluye las tres cajas.