madrid. Las nuevas exigencias de capital impuestas por el Gobierno para restablecer la confianza en el sector financiero español y la posibilidad de que el Estado entre en el accionariado de las entidades menos solventes han generado por el momento más dudas sobre estas entidades, que podrían necesitar hasta 120.000 millones de financiación. Según los expertos, aunque las medidas anunciadas por el Gobierno vayan "en la buena dirección", al ser más exigentes con las entidades obligándoles a tener un 8 % de fondos propios respecto a los activos ponderados por riesgos, el mercado puede tardar algunos días en valorarlas.

Frente a quienes piensan que los inversores ya daban por descontadas estas medidas con las subidas de las últimas semanas, gana peso la hipótesis de que las nuevas exigencias de capital no han revelado las necesidades "reales" de cada entidad. El mercado espera recibir un mensaje claro de cuánto dinero necesita el sistema financiero español para tener un core capital del 8%, ya que hasta el momento se barajan horquillas que van desde los 16.000 millones hasta los 120.000 millones, recordaron. Tampoco ayudan, añade, la "imprecisión" del Gobierno, ya que la vicepresidenta del Gobierno, Elena Salgado, decía que sería suficiente una aportación de capitales inferior a 20.000 millones y pocas horas después el jefe del Ejecutivo reconoció que la cifra de 26.000 millones no le resultaba "extraña".

Para la banca española, en cualquier caso, estas cifras "parecen perfectamente asumibles para el sector y para la economía española".

La intención del Gobierno, según ha insistido en las últimas semanas, es que la aportación de fondos privados limite al mínimo posible la de dinero público, que ahora estará condicionada a la conversión de las cajas en bancos y a la toma de una posición en su accionariado.

Una medida que a los analistas les parece acertada, frente a la de seguir dando préstamos para facilitar la reestructuración, aunque no por ello dejan de reprochar que por la dependencia de los mercados y el hecho de que no cuenten con inversores privados, se haya dejado "la puerta abierta" a establecer a algunas cajas unos mayores requisitos, por ahora sin determinar.

Algunas cajas de ahorros temen que el Gobierno les acabe exigiendo un nivel de capital básico de hasta el 8,5 % de sus activos ponderados por riesgo, en lugar del 8 % como a los bancos, que ya limitaría sustancialmente los aprobados a seis cajas y cuatro alianzas o fusiones.

Además, cuanto mayor core capital se exija, más necesidades de captar fondos tendrán las entidades en un momento en el que competirán por atraer recursos de inversores o tratarán de generar ingresos extraordinarios con la venta de activos con importantes plusvalías latentes.

Para algunas entidades, como Bankinter, que no alcanza el 8 % requerido, la venta de activos le podría generar hasta 1.100 millones con lo que su capital básico superaría con creces las nuevas exigencias.