Bilbao. Con el actual escenario de precios, llenar un depósito medio de gasolina (entre 50 y 55 litros) cuesta casi 70 euros, ocho o nueve más que los 61/62 de comienzos de 2010. Si nuestro automóvil es diésel, la operación asciende a 65/66 euros, entre nueve y diez más que los 55/56 euros de los primeros días del pasado ejercicio 2010.
Los precios de los carburantes que son más habituales (la gasolina de 95 octanos y el gasóleo de automoción) se han situado en 1,256 euros y 1,187 euros el litro, respectivamente, lo que supone no sólo el nivel más alto desde el máximo histórico de julio de julio de 2008, en plena escalada de los precios del petróleo y dos meses antes del comienzo de la gran crisis financiera.
En relación al precio de la gasolina, hay que constatar que la subida acumulada en 2010 ronda el 15,5%, un guarismo que se dispara por encima del 52% si se computan los dos últimos ejercicios. De hecho, el litro de gasolina de 95 octanos ha pasado de los 0,825 euros de comienzos de 2009 -cuando la crisis económica provocó el hundimiento del precio de este producto hasta niveles de 2004- a situarse en una cota comparable a la registrada cuando el petróleo rondaba su récord histórico de 147 dólares el barril.
El precio actual de la gasolina es un 1,7% superior al del inicio de las fiestas de Navidad y se sitúa a apenas dos céntimos del máximo histórico de referencia, de 1,276 euros, marcado, como ya se ha indicado, en el verano de 2008.
En el caso del gasóleo, el precio actual representa una subida del 1,8% con respecto a los días previos a la Navidad y sitúa el encarecimiento acumulado durante el ejercicio en el 20,2%. A pesar de haberse incrementado más que la gasolina, este combustible está más lejos, a 14 céntimos, de su récord histórico, de 1,329 euros.
Cabe significar que el litro de gasóleo había costado más que el de gasolina entre marzo de 2008 y enero de 2009, momento en el que se revirtió esta tendencia. A finales del primer semestre de 2009 se alcanzó la mayor brecha entre ambos productos, pero desde ese momento ha ido disminuyendo, hasta el punto de que en la actualidad la gasolina apenas cuesta seis céntimos el litro más que el gasóleo.
Como variables que explican el encarecimiento de los combustibles en 2010 figuran la subida en el precio del crudo al abrigo de la recuperación de la demanda en Asia. A nivel doméstico, a estas alzas se suma el aumento de la presión fiscal, debido a la subida del impuesto de hidrocarburos y del IVA (del 16% al 18%).