BILBAO. La Bilbao Bizkaia Kutxa todavía no ha tomado el control de Cajasur pero ya tiene que hacer frente a las facturas impagadas de la entidad financiera andaluza. La BBK ha anunciado a la CNMV que asumirá el pago, "por estrictas razones de política comercial, y pese a no existir obligación jurídica alguna", de la remuneración correspondiente al próximo vencimiento del 30 de diciembre de las participaciones preferentes por 150 millones lanzadas por Cajasur en 2000.

La caja de ahorros cordobesa Cajasur, que hasta septiembre de este año acumulaba unas pérdidas de casi 1.000 millones de euros, según el Banco de España, anunció ayer que no "puede satisfacer" la remuneración correspondiente al próximo vencimiento del citado 30 de diciembre de sus participaciones preferentes.

Según la comunicación de la entidad andaluza, intervenida por el antiguo banco emisor, remitida a la CNMV, las circunstancias que impiden el pago de esa remuneración económica son que "la caja de ahorros está en un proceso de reestructuración con sustitución temporal de los administradores, cuenta en la actualidad con el apoyo de fondos públicos procedentes del FROB, y que no tuvo beneficio distribuíble correspondiente el ejercicio 2009".

La caja de ahorros vizcaina presidida por Mario Fernández argumenta su decisión de hacer frente a los compromisos pasados de Cajasur en el hecho de que es la futura adquirente de los activos y pasivos de la caja cordobesa aunque recuerda que no tiene obligación jurídica alguna para hacerlo.

Como se recordará Cajasur, entidad controlada históricamente por la Iglesia Católica cordobesa, fue intervenida el pasado 22 de mayo por el Banco de España, por estar en situación de virtual quiebra técnica, y adjudicada el 16 de julio a través de una subasta a la caja BBK, la que menos recursos públicos solicitaba. Para gestionar los activos de Cajasur, u otras posibles operaciones futuras, la caja de ahorros vasca ha creado BBK Bank, un banco propiedad al 100, de la caja vizcaina.

150 millones de euros Las participaciones preferentes serie A de cuyos intereses se hace cargo BBK corresponden a una emisión de 250.000 participaciones de 600 euros de nominal, por un importe total de 150 millones de euros, con rating BBB+, lanzada el año 2000 en las Islas Caiman, con el compromiso de abonar el euribor a 3 meses más 0,25 puntos.

En principio, el pago de los intereses de las citadas participaciones "está condicionado a la existencia de beneficio distribuíble suficiente", pero que no existiese beneficios en una entidad financiera tradicional era algo prácticamente impensable para los inversores hace diez años.

La decisión de la BBK de hacer frente a los pagos da una imagen de seriedad a la operación y, pese al esfuerzo, garantiza que la caja vizcaina cuando decida recurrir a los mercados financieros podrá contar como activo frente a futuros inversores con el hecho de que la caja vizcaina paga sus deudas, incluso, como este caso, no generadas por ella misma en su actividad.