VITORIA. Ayer se esfumó un sueño en Miranda de Ebro. La localidad burgalesa había sido designada como sede de una reunión entre varios alcaldes alaveses y responsables del Ministerio de Industria. El motivo, conocer de primera mano el montante que el Ejecutivo central estaba dispuesto a abonar a los consistorios más cercanos a la central nuclear de Santa María de Garoña en concepto de indemnización y compensación económica por su próximo desmantelamiento. A la cita acudieron los responsables de los municipios de Valdegovía y de Lantarón, ediles que salieron de la entrevista con la seguridad de que no van a recibir un solo euro.
Al parecer, todo el montante diseñado para tratar de paliar las consecuencias negativas del cierre de la planta atómica en el empleo de las comarcas colindantes al complejo nuclear se quedará en Burgos, circunstancia que podría tener otras derivadas también negativas. No en vano, las instituciones alavesas, entre ellas la Diputación, confiaban en la llegada de ese dinero para poder ofertar al Puerto de Bilbao un espacio más atractivo en la plataforma logística de Arasur para acoger allí el puerto seco de la entidad vizcaína. Sin embargo, el anuncio de la pérdida de las ayudas millonarias pone en valor al principal competidor de Arasur, Pancorbo. Esta localidad burgalesa sí que contará con unas compensaciones que utilizará para atraer las fuertes inversiones del puerto vizcaíno, que aspira a levantar una instalación en el interior de la Península capaz de funcionar como intercambiador multimodal de todo tipo de mercancías.
En principio, y según relataron fuentes del Ayuntamiento de Valdegovía en una emisora local, el Ministerio sólo compensará por el cierre de Garoña a los municipios burgaleses más cercanos al complejo nuclear. Por lo tanto, se beneficiarán de tal medida consistorios de las comarcas de La Bureba y de Merindades, entre ellos, Pancorbo.