madrid. Los controladores aéreos, bajo movilización militar, regresaron ayer a sus puestos de trabajo aunque la normalidad no llegará hasta transcurridas 48 horas, según el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Según informó el Ministerio de Fomento a primera hora de la noche, el 100% de los controladores se habían incorporado al turno de tarde y los aeropuertos españoles recuperaban la normalidad, aunque con operaciones limitadas lejos aún del ritmo de tráfico habitual.
Desde la reapertura del espacio aéreo y hasta las 21.00 horas, AENA operó 241 vuelos en toda su red de aeropuertos, el 7% de todos los programados.
La declaración del estado de alarma por parte del Consejo de Ministros (el jueves comparecerá en el Congreso el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para explicar la decisión), hizo que los controladores volvieran al trabajo, ya que la nueva situación suponía que podrían perder su empleo y sufrir penas de cárcel si continuaban su paro.
Rubalcaba fue contundente al decir que esto no volverá a pasar y señaló que se mantendrá el estado de alarma durante 15 días, plazo que podría ampliarse con autorización del Congreso de los Diputados, de forma que no "no va a haber problemas ni en Navidad ni después de Navidad" y aseguró que habrá consecuencias para los culpables.
Tras la declaración por primera vez en la historia de la democracia el estado de alarma que ponía a los controladores bajo jurisdicción militar, 109 controladores de 159 se incorporaron a sus puestos, y con el cambio de turno, a las 15.00 horas, se instaló la normalidad en las torres y centros de control.
Rubalcaba justificó la medida adoptada por la actitud "insensata" de los controladores aéreos. En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros extraordinario convocado para evaluar la situación creada tras el paro masivo e imprevisto de los controladores, Rubalcaba dejó claro que el Gobierno no aceptará el "chantaje" de este colectivo, ni la defensa de sus privilegios.
La declaración, que se publicó en el BOE tras ser firmada por el Rey Juan Carlos desde Mar del Plata (Argentina), sería posteriormente entregada al Congreso de los Diputados, tal y como establece la ley.
A la reunión del Consejo de Ministros acudieron, invitados por Rodríguez Zapatero, el Fiscal General del Estado y el Abogado General del Estado, ya que el Ejecutivo, según Rubalcaba, quería contar con su consejo jurídico porque era la primera vez que se aplicaba el estado de alarma y se quería ser "respetuosísimos y cuidadosísimos al máximo con la ley".
Tal y como señaló el vicepresidente, Zapatero informó al líder del PP, Mariano Rajoy, retenido en Lanzarote por el paro de controladores, de las decisiones del Consejo de Ministros, en tanto que el titular de Presidencia, Ramón Jáuregui, habló con los portavoces parlamentarios
Defensa, a través del Ejército del Aire, comunicó a los controladores que, tras la declaración del estado de alarma, pasaban a tener condición militar y quedaban sometidos a las leyes penales y disciplinarias militares.
Los militares informaron por escrito a los controladores civiles que tenían consideración de militares. Si el controlador se negaba a firmar el recibo de la instrucción, el mando militar podía solicitar a las Fuerzas de Seguridad del Estado que levanten atestado, y si, además, se negaban a cumplir las órdenes se informaría a la cadena de mando militar y ésta a al juzgado togado militar correspondiente.
Al margen de esa situación, el ministro de Fomento, José Blanco, quien aseguró que siempre hayun margen para el diálogo, anunció que ya habían sido abiertos los expedientes disciplinarios, mientras el sindicato Manos Limpias anunció una querella contra los controladores por un delito de abandono del puesto de trabajo de un servicio público y estudiaba señalar al ministro de Fomento, José Blanco, responsable civil subsidiario.
600.000 perjudicados Para la jornada de ayer, y con anterioridad al conflicto, AENA tenía programados 4.300 vuelos, de los que hasta las 14.00 horas se habían cancelado 1.148 de llegada y 1.100 de salida. Los perjudicados sumaban con la jornada del viernes alrededor de 600.000 personas.
Durante toda la jornada, los pasajeros afectados sufrieron aglomeraciones en los aeropuertos e hicieron colas para tratar de obtener información sobre sus vuelos o presentar reclamaciones.
Miles de pasajeros, sin posibilidad de alojamiento en las ciudades de las que partían o en tránsito pasaron la noche en los aeropuertos, a la espera de poder volar hacia sus destinos en este puente de la Inmaculada, el más largo del año en España
La tensión entre los ciudadanos, muy elevada el viernes, se fue relajando a medida que discurría el día y se daba a conocer que los controladores regresaban a sus puestos de trabajo.
Al cierre de esta edición se recuperaba la normalidad, ya que todos los controladores del turno de tarde se incorporaron a sus puestos de trabajo. Los siete centros de control aéreo que hay en España trabajaban a pleno rendimiento. El primer vuelo salió a las 14.00 horas de Gran Canaria con destino a Luxemburgo.