TOKIO. Japón intervino hoy en el mercado de divisas, por primera vez desde 2004, para frenar la apreciación del yen frente al dólar, que se cotizaba en niveles récord en más de quince años, informó el Ministerio de Finanzas.

El ministro de Finanzas, Yoshihiko Noda, y el Banco de Japón (BOJ) confirmaron la intervención, llevada a cabo a las 10.30 hora local (1.30 GMT) y que causó una rápida apreciación del dólar y un fuerte repunte de la Bolsa de Tokio.

Antes de la intervención, el dólar se cotizaba en 82,87 yenes, su nivel más alto desde mayo de 1995, y, minutos después, se apreciaba hasta los 84,36 yenes, mientras el Nikkei, que abrió a la baja, repuntaba un 1,8 por ciento.

Esta es la primera vez que las autoridades monetarias japonesas intervenen en el mercado de divisas, para vender yenes a cambio de dólares, desde el 16 de marzo de 2004.

Aunque no han precisado la escala de la intervención, el ministro de Finanzas confirmó que fue llevada a cabo por Japón de forma unilateral mientras el BOJ, en un comunicado, expresaba su deseo de que esta medida contribuya a un tipo de cambio estable.

Noda indicó que "Japón no puede tolerar los efectos de la apreciación del yen en su economía" y señaló que podrían tomar medidas adicionales si lo consideran necesario.

El gobernador del BOJ, Masaaki Shirakawa, indicó en el comunicado que ha habido incertidumbres, especialmente para la economía estadounidense, que han provocado inestabilidad en los mercados de divisas.

La intervención se ha ordenado al día siguiente de que el primer ministro japonés, Naoto Kan, superase una elección interna en su partido y fuese confirmado al frente del Gobierno.

Hasta ahora, Kan se había mostrado remiso a una intervención, que favorecía su oponente en la elección, Ichiro Ozawa, si bien siempre había asegurado que tomaría medidas en caso necesario para apoyar al yen.

Las multinacionales niponas han acusado la rápida apreciación de su divisa desde el inicio de la crisis económica, que hace sus exportaciones menos competitivas y daña sus beneficios una vez repatriados, y el tipo de cambio que contemplaban para este año era de un dólar a 90 yenes.

Desde hace tiempo los empresarios japoneses reclamaban al Gobierno una intervención para frenar la apreciación del yen.