madrid. La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) mejoró ayer en tres décimas porcentuales su previsión del PIB español para 2010 al prever que caerá el 0,4% (no el 0,7 como dijo en mayo), mientras que también elevó, en una décima, su pronóstico de crecimiento para 2011 hasta situarlo en el 0,4%. Así consta en el último informe de Funcas, en el que se señala que en los trimestres tercero y cuarto se producirá una recaída del PIB, motivada sobre todo por el recorte del consumo privado, debido al adelanto de las compras al segundo trimestre por la subida del IVA y al fin de las ayudas a la compra de automóviles.

Además, indica que el consumo y la inversión públicos deberán reflejar con más intensidad las medidas de ajuste fiscal en todos los niveles territoriales de las administraciones públicas y añade que la inversión en bienes de equipo tampoco podrá sostener los crecimientos de los trimestres precedentes.

crecimiento Según Funcas, en 2011 las tasas de crecimiento intertrimestral serán positivas y con una ligera tendencia ascendente. Asimismo, considera que la tasa de paro se situará en el 20% de media este año, una décima más que en las anteriores previsiones, consecuencia del ajuste al alza en el pronóstico de la población activa, mientras que para 2011 prevé una tasa del 20,3%.

Funcas también señala que el déficit público será del 9,7% en 2010 (frente al 10,1% de la anterior previsión) y del 6,8% en 2011 (frente al 6,9%).

confianza Por otra parte, califica de inesperados y sorprendentes algunos datos económicos del segundo trimestre del año, como el relacionado con el despegue de la demanda interna y el ascenso del gasto público ante las medidas de austeridad puestas en marcha. A su juicio, las condiciones sobre las que se basa la actual coyuntura siguen sin favorecer una recuperación sólida, al menos de la magnitud de los dos primeros trimestres del año.

En este sentido, indica que la confianza de los consumidores y de las empresas están en niveles muy reducidos y asegura que "todavía hay un notable exceso de capacidad productiva en la construcción, y en general, en el conjunto de la economía". También subraya que el exceso de ofertas en el sector inmobiliario está lejos de ser absorbido y que el sector financiero no ha terminado su proceso de saneamiento, por lo que la financiación a la actividad productiva sigue sin fluir.