LA crisis económica está alimentando el crecimiento del precio como primer factor que influye en una decisión de compra. Los consumidores, en líneas generales, deciden en función del precio más barato y ello ha dado alas a las compañías aéreas de bajo coste, -(CBC) en el argot del Ministerio de Turismo español y low cost para todos-, que consolidan su cuota de mercado pese a la caída del tráfico aéreo.

Los colores de aerolíneas como Ryanair, Easyjet, Air Berlin, Clickair o Vueling empiezan a ser una constante en los aeropuertos españoles si hacemos caso a las últimas estadísticas hechas públicas esta semana por el Ministerio español de Turismo que muestran que más de la mitad de los viajeros llegados al Estado español este año por vía aérea lo hacen subidos a los aviones de las compañías low cost.

¿Cómo consiguen precios tan bajos, más parecidos al de un autobús? Pues es un misterio a medias. A diferencia de las grandes compañías tradicionales, conocidas como de "bandera", eran "la" aerolínea del país, Iberia, Air France, Lufthansa, Alitalia, British Airways, SAS etc, las nuevas low cost no tienen grandes y complejas estructuras de tierra, ni delegaciones. Aviones, todavía nuevos que ya se verá cuando envejezcan y necesiten más mantenimiento y a ser preferible del mismo modelo para abaratar costos de adquisición, mantenimiento y pilotaje, pilotos, una estructura de gestión pequeña e Internet. Y, según los consumidores, una publicidad engañosa que raya con la ilegalidad anunciando tarifas que nunca son las que se conoce como pvp, o precio final que abona el pasajero.

Con ello, sin ofrecer servicios adicionales, con personal reducido, sin costosos convenios colectivos, con salarios por debajo de la media, y manteniendo los aviones el mayor tiempo posible en vuelo logran precios muy competitivos.

Claro que para mantener los aviones en vuelo continuamente prefieren operar en aeropuertos de segundo nivel, con menores listas de espera para aterrizar (lo que supone más costo de combustible y realización de menos vuelos), localidades que, incluso, subvencionan a las compañías, (Ryanair es maestra en estas operaciones).

Curiosamente, las low cost no entran en recorridos intercontinentales porque esos vuelos demandan muchos servicios adicionales, catering, limpieza, equipajes, pilotos de refresco que disparan los costes.

Las compañías de bajo coste (CBC) continúan creciendo en el conjunto del Estado español, siendo las preferidas por los pasajeros internacionales que llegan al país por vía aérea, dado que en el mes de julio transportaron el 58,4% de las personas que usaron este medio.

Según el estudio mensual que realiza el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, durante el pasado mes de julio los aeropuertos del Estado español recibieron 6,9 millones de pasajeros, con un crecimiento de un 10% por parte de los que usaron las CBC, frente al aumento de un 3% de los que lo hicieron con las compañías más tradicionales.

En el acumulado del periodo enero-julio, llegaron a los aeropuertos de la Península Ibérica, sin Portugal, 32,4 millones de personas, lo que supone un aumento de un 2,2% con respecto al año anterior.

La consolidación de las low cost en los vuelos internos europeos de corto y medio radio se refleja en que mientras estas aerolíneas transportaron más pasajeros pese a la crisis, las tradicionales todavía perdieron algunos.

El 55,4% de estos viajeros llegaron mediante líneas de bajo coste, que transportaron 17,94 millones de pasajeros (un 4,4% de incremento), en tanto que las compañías tradicionales, con 14,46 millones de personas transportadas (-0,5%), se quedaron con el 44,6% del total.

Dentro de las compañías de bajo coste destaca la alta ocupación que consiguen en sus vuelos.

Las low cost en el mes de julio, plena temporada alta, han conseguido que nada menos que el 88,1% de sus asientos estuviesen ocupados. Para hacerse una idea de la importancia de dicha cifra hay que tener en cuenta que las aerolíneas tradicionales, las Iberia, British, Lufthansa etc de turno llenaron sus aparatos en un 78,5%, un relativamente buen dato pero lejos del obtenido por las CBC.

Ryanair, Easyjet y Air Berlin traen al 58% de los pasajeros internacionales.