La integración aumenta la diferencia de tamaño de BBK con Kutxa y Vital
La operación con CajaSur condiciona los planes de fusión de las tres cajas vascas
Bilbao. En el caso de que el Banco de España confirme hoy de forma oficial lo que ayer ya se daba por seguro en medios financieros -que CajaSur ha sido adjudicada a BBK-, la primera pregunta que plantea la operación es cómo afectará a los planes de fusión de las tres cajas territoriales de la CAV -BBK, Kutxa y Caja Vital-, que habían quedado aplazados hasta la superación de la crisis económica y la reforma de la Ley vasca de Cajas de Ahorros.
La suma de BBK y CajaSur, que crea la séptima entidad del Estado español por activos, agranda las diferencias de tamaño ya existentes de la caja vizcaína con Kutxa y Caja Vital y que en el proyecto inicial de fusión quedaban minimizadas en aras de lograr un diseño de caja vasca asumible por los tres territorios y las asambleas de las tres entidades. Según los datos del ejercicio 2009, el volumen de activos de BBK supera en casi 9.000 millones de euros el de Kutxa y en unos 20.000 millones el de la Vital. Con la suma de CajaSur, los activos de la caja vizcaína superan los 48.700 millones de euros, cifra que es más del doble de los activos de Kutxa (21.095 millones) y unos 39.000 millones superior a los de Caja Vital (9.250 millones). Se trataría, por tanto, de fusionar unas entidades con tamaños muy dispares y con unos pesos relativos difíciles de igualar. En el mejor de los casos, la integración de CajaSur en BBK, que no afectará en gran medida al negocio de la caja vizcaína en el País Vasco pero sí al del área de expansión, obligará a replantear el proyecto de fusión de las tres cajas vascas, mientras que en el peor escenario, podría aplazarlo en el tiempo más allá del año 2011 o suponer su fracaso.
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