vitoria. Plan Zurbano, reformas, paro, despido barato, precarización del mercado laboral. El secretario general de CCOO de Euskadi, Unai Sordo, considera que se ha perdido una oportunidad de hacer un planteamiento más profundo u mucho más serio de cuáles son las necesidades que tiene la economía.

¿Es tan difícil poner de acuerdo a patronal y sindicatos en la reforma laboral?

Es complicado, porque evidentemente se parte de intereses contrapuestos y en muchos aspectos enfrentados. Si se está por la labor de modificar las pautas actuales en el mercado de trabajo, sí; pero si lo que se pretende es promover un trasvase de renta del trabajo a las rentas del capital mediante una pérdida de derechos, las posibilidades de acuerdo no existen.

¿El abaratamiento del despido es el gran "caballo de batalla"?

Siempre hemos dicho que el problema del mercado de trabajo no es el coste de despido y hemos puesto el énfasis en que hay que romper la inercia que dice que al mínimo problema de demanda, al mínimo problema de ciclo económico, las empresas se desprenden de trabajadores, fundamentalmente temporales. Nosotros pensamos que esa inercia es injusta para los trabajadores y trabajadoras, e incluso ineficaz para la empresa.

¿Y la flexibilidad?

El problema es que muchas veces las organizaciones empresariales convierten la flexibilidad en un eufemismo para referirse a la precarización, sobre todo de la contratación.

¿Qué tal van los planes públicos de empleo del Gobierno Vasco, que CCOO y UGT han apoyado?

Los obstáculos han venido por el boicot de la mayoría sindical vasca, y en concreto en las contrataciones en los ayuntamientos. Los sindicatos ELA y LAB buscan cualquier subterfugio para impedir que esas contrataciones se produzcan, y dentro de poco se van a confirmar una serie de actuaciones que vamos a denunciar. No nos parece de recibo que esas contrataciones, que son de utilidad social, no se estén realizando, dejando en la estacada a personas en paro.

Y en Euskadi con 138.000 parados

Sí 138.000, y subiendo. A pesar de que hay indicadores macroeconómicos que van apuntando hacia una cierta mejoría, lo cierto es que cuando bajamos al terreno real la cosa no pinta bien.

¿Y qué pasa con esos 138.000 parados, con su cobertura social? El acceso al mercado de trabajo en condiciones normalizadas parece ir para largo.

Sí, es verdad, porque cuando se rompe el vínculo con la empresa es más difícil reengancharse al empleo, aunque sea con una reducción de jornada. Para estas personas tiene que haber un nivel de cobertura social importante.