A falta de sólo dos días para la celebración de las elecciones en la Cámara de Comercio de Álava continúa sin conocerse el nombre del futuro presidente. Y todo apunta a que no será hasta finales de mes -el día 26 es la fecha tope que el Pleno tiene para la elección de este cargo- cuando se desvele su identidad. Al menos, de forma oficial. ¿Por qué? Al contrario que en las Cámaras de Bizkaia y Gipuzkoa, donde el PNV ha diseñado a su gusto la elección de los órganos de gobierno -José Ángel Corres sustituirá a Ignacio Echeberria en la presidencia de Bilbao y el publicista Pedro Esnaola hará lo propio con José María Echarri en Gipuzkoa-, en Álava existen variables políticas y jurídicas que impiden, de momento, dar con el candidato perfecto. El mutismo en todas las partes implicadas es absoluto. Ni PSE ni PP, que ya han hablado de esta cuestión en boca de Txarli Prieto y Alfonso Alonso, quieren alimentar la rumorología. El líder popular, sin embargo, es probable que salga a escena esta semana para manifestar la postura de su partido en torno a este tema. El PNV, por su parte, aguarda acontecimientos desde la barrera, consciente, eso sí, de que las probabilidades de colocar un candidato de corte nacionalista al frente de la Cámara son prácticamente imposibles. Tampoco los empresarios hablan en público. Entre otras cosas, porque confían en la elección de una persona de consenso y corte empresarial, tal y como se les prometió cuando comprometieron su voto a los intereses de SEA hace unas semanas.
En este escenario de absoluta privacidad que comenzó tras el verano y donde apenas ha habido fugas informativas, la quiniela de candidatos, además de discreta, es mínima. Sólo dos nombres a día de hoy parecen gozar del crédito necesario para convertirse en el presidente que sustituya a Román Knörr. El más plausible y real es el de Gregorio Rojo, presidente de la Caja Vital y hombre fuerte de SEA, en cuyo comité ejecutivo ocupa una vicepresidencia. El segundo candidato, de mucho menos peso y rango empresarial, sería el de Pascal Gómez, responsable de la firma de suministros Auxitec, que en los últimos meses, además de haber ejercido como uno de los muñidores más activos en la confección de la plancha de SEA, se ha dejado querer en diversos foros empresariales. Sus opciones, sin embargo, son mínimas. Su perfil no gusta ni encaja entre los grandes empresarios de la provincia, que anhelan un nombre de "mucho más peso". En medio de los deseos y las convicciones media el mutismo, que resulta absoluto en ambos protagonistas; ninguno de los se ha postulado públicamente, si bien, la semana pasada, según ha podido saber DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, quedó claro en una reunión interna de SEA que el candidato único de la patronal sería Rojo y no Gómez. A cambio, éste obtendría como premio a su labor en la sombra una vicepresidencia en el nuevo comité ejecutivo de la Cámara. La plancha oficial de SEA va a arrasar en las elecciones del martes; no hay ninguna duda. Tal será su superioridad que las empresas sólo tendrán que votar en cinco de las 24 vocalías que componen el Pleno de la Cámara. La patronal ya tiene asegurados 19 de esos asientos y a los cinco restantes están llamadas a votar 10.061 firmas de sectores como el industrial, comercio al por menor o transporte.
caja vital
¿Por qué no se decide Rojo?
Teniendo el control y el consenso empresarial asegurado para gobernar la Cámara durante los próximos cuatro años, ¿por qué no está claro todavía el nombre del presidente? Los más cercanos a Gregorio Rojo justifican la decisión apelando a la oficialidad de los plazos. "Hay tiempo todavía y queremos respetar los plazos, no precipitarnos", dicen. La posible inclusión de Rojo en el Pleno se producirá, casi con toda probabilidad, a través de uno de los tres cargos de libre designación que nombra SEA. Se trata de puestos de confianza que no deben someterse a votación alguna y Rojo ocupará una de esas plazas. El resto se lo repartirán Pascal Gómez y una mujer cuyo perfil "está costando encontrar más de lo debido", reconocen desde SEA. Esa empresaria bien podría ser Esther Unceta, la actual gerente del colectivo de comerciantes Gasteiz On, cuya opción sería la última de una larga lista de candidatas entre las que, curiosamente, no ha estado Julia Liberal, la presidenta de la Asociación de Mujeres Empresarias de Álava (Ampea). Su cargo político en las Juntas Generales como representante del grupo socialista ha sido el motivo esgrimidio por SEA para no elegirla. En cualquier caso, los tres nombramientos se producirán en la ejecutiva monográfica que SEA celebrará el próximo 8 de marzo, la víspera de que expire el plazo. La decisión de la patronal por Rojo como presidente podría llegar antes.
audiencia provincial
"Pánico" a una sentencia firme
En este contexto de equilibrios y luchas por el poder existe otra versión para explicar la indecisión de Rojo. Y es su futuro en la Caja Vital. Hay que recordar que el pasado 2 de diciembre el juzgado de 1ª Instancia número 1 de Vitoria estimó la demanda interpuesta por el PP contra la entidad alavesa y declaró "nulos" los acuerdos de la Asamblea General del 30 de marzo de 2008, entre ellos el nombramiento del propio Rojo como presidente. La respuesta de la Caja ante este varapalo fue recurrir ante la Audiencia Provincial, cuya decisión, según fuentes judiciales, no se producirá hasta abril o mayo como mínimo. Si ésta fuera nuevamente desfavorable, la Caja ya ha anunciado que volverá a recurrir ante el Tribunal Supremo. "Rojo está tratando de ganar tiempo, calibrando muy mucho las posibles consecuencias de una nueva sentencia desfavorable y tratando de adelantarse a la resolución, que de no darle la razón, le dejaría en una complicadísima situación y a la entidad, ante una imagen muy negativa. Por eso debe sopesar si se marcha y da el salto a la Cámara o continúa a pesar de las consecuencias y compagina las dos cosas; ahí está la cuestión, el complicado equilibrio", señalan a este periódico fuentes cercanas al proceso. El dilema de Rojo está servido. Quienes le conocen bien intuyen que sólo él tiene la respuesta. Tal vez su hermano, Javier Rojo, presidente del Senado y del partido en Álava, pueda intuir algo, pero nadie más. Y desde luego no Prieto, con quien mantiene un enconado pulso interno a pesar de las apariencias públicas. La herida abierta por el secretario general del PSE alavés en noviembre cuando se negó a firmar el acuerdo que Rojo había urdido con los populares para evitar llevar a la Caja a los tribunales continúa hoy sin cicatrizar.
Desde entonces, las relaciones entre ambos partidos en este tema "no existen", revela una fuente autorizada del PP, que admite, sin embargo, "que esto no quiere decir que no las vaya a haber". Es más, las conversaciones se antojan casi imprescindibles dado el cariz que pueden tomar las cosas si la Audiencia Provincial ejecuta una resolución firme y contraria a Rojo. En ese momento, el PP ya ha advertido de que ejecutará esa resolución, es decir, exigirá el cumplimiento de la ley y que Rojo abandone la Caja junto a otra serie de consejeros que también se encontrarían en una situación ilegal. "Desde luego se podría armar la monumental porque habría que repetir parte de la Asamblea de 2008", añade la misma fuente. Otra razón de peso que justificaría el acuerdo PSE-PP es la renovación automática de la mitad de los cargos del consejo de administración y del comité ejecutivo de la Caja el próximo 30 de marzo. A día de hoy, en ese escenario y conforme a la rotación de los cargos que tiene lugar cada dos años, el PP se quedaría sin ningún representante en la Vital, algo que no está dispuesto a asumir. Si eso ocurriera y, además, la AP dictase por segunda vez en contra de Rojo, la campaña de descrédito y denuncia contra el actual presidente estaría a la orden del día. "No es algo que nos preocupe; aguantaremos el chaparrón lo que dure porque seguimos creyendo que nos asiste la ley", insisten desde la entidad.
consecuencias
¿Aceptaría una salida digna de la Vital para no perjudicarla?
En su ámbito más privado, sin embargo, esta cuestión judicial sí que preocupa, y mucho, a Rojo. El ejemplo más claro son sus continuas reuniones en Madrid y Vitoria con sus abogados para calibrar, incluso con porcentajes, las posibilidades de éxito o fracaso ante la AP. Su idea sería compaginar los dos cargos en la Caja y la Cámara durante un tiempo -previsiblemente hasta 2012, cuando concluye su mandato en la Vital-, pero las cosas no están tan claras. Para tratar de arrojar un poco de luz al asunto PNV y PSE han barajado la posibilidad de buscarle "una salida digna y honrosa de la Caja" para evitar males mayores y que "la entidad se vea perjudicada". Pero no hay nada claro. Rojo no habla. Y la posibilidad de que acceda es poco probable. Su gestión al frente de la Vital en los últimos años es ejemplar, tal y como se reconoce en diversos foros económicos y empresariales vascos. Por eso Rojo no quiera salir por la "puerta de atrás". Además, a eso habría que añadir la renuncia a un salario tan cuantioso como el que recibe actualmente, ya que en la Cámara el cargo de presidente no está remunerado.
En cualquiera de los casos, su presidencia en la entidad cameral cuenta con el respaldo casi absoluto de todas las empresas, que valoran la intencionalidad "no política" que representa Rojo. "Le quieren a él, sólo a él. Dio la vuelta a la Caja, al SEA y dará la vuelta a la Cámara. Por eso tendríamos un gran problema si en el último momento se echase atrás", reconoce uno de estos empresarios. ¿Quién sería entonces la persona capaz de aglutinar el consenso necesario? Silencio.
intereses
¿Por qué atrae tanto a SEA el control de la Cámara?
Termine siendo o no el futuro presidente, lo que resulta evidente es el interés de SEA por controlar la Cámara. Una estrategia tildada de "lícita" por unos -el interés de las patronales siempre ha estado ahí-, pero calificada por otros como "vergüenza institucional". El hecho es que más allá de lograr mayores cuotas de representación institucional, detrás de este caramelo existe una jugosa recompensa económica que la hace muy apetecible. "Donde hay dinero en juego hay intereses empresariales; siempre ha sido así", revela un ex presidente de la entidad. Para este año la Cámara cuenta con un presupuesto de 3,8 millones de euros, aunque lo verdaderamente sustancial es la tesorería que maneja, cercana a los 12 millones, según algunas fuentes. Manejar ese dinero "con menos conservadurismo" y darle una salida más directa para la clase empresarial son algunos de los objetivos que el nuevo Pleno pretende llevar a cabo. Pero no los únicos.
La hoja de ruta del nuevo órgano rector pretende ser "más transparente" a la hora de saber dónde se invierte, cómo o qué retorno económico se obtiene a cambio; también se rescatará el proyecto del edificio empresarial que impulsó Rojo para aglutinar a las principales organizaciones empresariales de la provincia; se apostará decididamente por el comercio al por menor -"la Cámara debe ser la puerta de auxilio de los problemas del comercio, no un ente del que ni tan siquiera se tiene constancia"; y se tratará de acelerar el ritmo de este gigante, casi desconocido, para dotarlo de mayor dinamismo. "Por cambiar habría que cambiar hasta el logo. Está anquilosado como la entidad", concluye un buen conocedor de la casa.