bruselas. Dos gestos del Comisario Europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia y del presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, completados después por sendas declaraciones desde Alemania impulsaron ayer al euro y devolvieron cierto brío y una buena dosis de calma a los mercados, preocupados por la situación de Grecia y su efecto contagio. Trichet adelantó su vuelta de Australia, donde asistía a una reunión de presidentes de bancos centrales, para "garantizar su asistencia" el jueves a la reunión de los líderes de la Unión Europea en Bruselas, lo que disparó los rumores, las suspicacias y las esperanzas de los inversores acerca de un posible rescate de Grecia por parte de la UE.

Al parecer, segun publicaban ayer varios medios, los países de la UE han llegado a un principio de acuerdo para crear un paquete de medidas para ayudar a Grecia, según una fuente del Gobierno alemán próxima a las negociaciones citada por Reuters, lo que sería el primer rescate de uno de los 16 países de la zona euro en sus 11 años de existencia. En la misma dirección pero con más prudencia se ha pronunciado el portavoz del Ministerio de Economía alemán, Michael Meister, que aseguró a la agencia Bloomberg que "se está considerando" la posiblidad de ayudar a Grecia, pero que si ocurre será sólo "bajo estrictas condiciones y si el Gobierno griego lleva a cabo reformas de gran alcance".

En este sentido Almunia ya había asegurado antes que Grecia recibirá el jueves el apoyo de los líderes de la Unión Europea en Bruselas siempre que cumpla con su parte. Esto es lo más cerca que ha estado cualquier alto representante de la UE de expresar su apoyo a las maltrechas finanzas griegas (el déficit supera el 12%) y a las medidas de su Gobierno. "Me gustaría que los líderes de la UE le dijesen a las autoridades griegas que van a apoyarlos a cambio de los esfuerzos que están realizando", aseguró Almunia, que ha matizado que "el apoyo no se consigue de manera gratuita. Tenemos los instrumentos para asegurar ese apoyo a cambio de compromisos claros de que Grecia asume sus responsabilidades".

Almunia reconoció que "hay una tensión fuerte en los mercados que está afectando en particular a zonas de la zona euro" y cree que hay que intentar aplacarla "con firmeza, con determinación, con coordinación y con medidas precisas para aumentar el grado de confianza" en las economías de la moneda única.

Ante la posibilidad de que Grecia reciba ayuda, el euro, que la semana pasada registró su posición más baja respecto al la divisa estadounidense en los últimos 9 meses, experimentó un repunte y ya se cambia a 1,3740 dólares.

Los mercados se han tomado su segundo día de respiro, tras el desastre de la semana pasada, especialmente en la bolsa española, que vivió su mayor caída semanal en 11 meses. El Ibex subió un 0,68% hasta los 10.275,40 puntos y en el resto de Europa también predominaron las subidas. El diferencial de la deuda española con el bono alemán también se recuperó, al igual que ha ocurrido con la griega o la portuguesa.