vitoria. Las empresas alavesas Talgo, Azol-Gas e Industria Auxiliar Alavesa (Inauxa) fueron premiadas ayer ex aequo con los Premios a la Internacionalización que cada año concede la Cámara de Comercio e Industria de Álava. La entrega tuvo lugar por la noche en el Gran Hotel Lakua ante más de 250 representantes empresariales de la provincia alavesa.
Los Premios a la Internacionalización, que este año celebraban su XXIV edición, reconocen históricamente la labor de tres compañías de la provincia, cada una de las cuales se caracteriza por un marcado perfil de internacionalización. Las elecciones de este año se enmarcan además en un contexto de grave recesión económica que afecta de lleno a todo el tejido empresarial alavés, como reconoció ayer Francis Huidobro, vicepresidente primero de la Cámara. "En 2008, cuando los efectos de la crisis no eran tan acuciantes, las empresas alavesas exportaron por valor de 5.290 millones, con un saldo positivo en la balanza comercial de 2.011 millones", reveló. "Sin embargo ahora, la situación ha cambiado" -añadió-, "y el valor de las ventas al exterior ha disminuido en los siete primeros meses de este ejercicio un 38,5% respecto al mismo período del año 2008". Aunque no existen previsiones, la cifra del segundo semestre de este año es poco probable que vaya a mejorar el balance final de las exportaciones alavesas en 2009.
vocación exportadora En cualquier caso, ayer era la noche de estas tres compañías, tres ejemplos de carácter exportador en Álava. Según destacó el jurado, Azol-Gas obtuvo uno de los reconocimientos de la noche "por su reciente y cada vez mayor presencia en los mercados exteriores". En el caso de Industria Auxiliar Alavesa, los responsables de la entidad cameral destacaron "su trayectoria y volumen exportador", mientras que de Talgo, la histórica compañía ferroviaria, se valoró "su capacidad para invertir en la multilocalización de su actividad para reforzar su desarrollo y crecimiento económico".
Azol-Gas, empresa pionera en la fabricación de resortes de gas nitrógeno, se fundó en 1982 y tiene su sede en el polígono industrial de Júndiz. A lo largo de estos años ha consolidado su estructura hasta alcanzar una plantilla cualificada de 50 trabajadores, repartidos en los distintos departamentos que cubren sus casi 6.000 metros cuadrados de instalaciones. Según su director comercial, Carlos Cabrerizo, la empresa está orientada principalmente hacia el sector de la automoción y da respuesta a las necesidades generadas en la troquelería, matricería y estampación. El jurado de la Cámara quiso incidir en la importancia de esta pyme alavesa, destacando su capacidad innovadora en el desarrollo de productos adaptados a las necesidades de los mercados internacionales y "por ser un modelo ejemplar de pyme con un fuerte dinamismo y penetración en nuevos mercados".
Por su parte, en el caso de Industria Auxiliar Alavesa, popularmente conocida como Inauxa, los miembros del jurado reconocieron la "alta propensión exportadora" de la empresa de Amurrio, además del "continuo incremento de sus exportaciones y la diversificación de mercados, gracias a su notable esfuerzo en la promoción internacional". En su caso, fue Ernesto Lauzurika, director gerente de Inauxa, quien recogió el galardón.
un tren al mes en talgo La última de las empresas premiadas fue Talgo, histórica compañía dedicada desde hace décadas al sector ferroviario y cuya sede en Álava se encuentra en la localidad de Rivabellosa. En estos momentos da empleo a más de 400 trabajadores que, entre otros, fabrican un tren cada mes; un coche cada dos días. En este caso, el jurado valoró las importantes inversiones mundiales impulsadas por la compañía para consolidar y ampliar sus actividades internacionales, así como el reconocido componente de alto valor añadido tecnológico de sus exportaciones. Carlos Palacio Oriol, su presidente, recogió el premio.