vitoria. El departamento de Empleo y Asuntos Sociales aseguró ayer a DNA que la existencia del documento del Inem que daba cuerpo a la información publicada ayer por este diario en el sentido de que las políticas activas de empleo seguirán siendo responsabilidad del organismo estatal el 1 de enero, y no de Lanbide-Servicio Vasco de Empleo "es un hecho irrebatible", si bien la propia consejera Zabaleta aseguró en ETB que "esa fecha sigue estando en nuestra agenda hasta el último minuto de la negociación".
Un portavoz autorizado del departamento manifestó a este periódico que la negociación sigue abierta, y fijó su cierre -en uno u otro sentido- a la próxima Comisión Mixta de Transferencias. Hasta entonces no habrá nada definitivo", enfatizó.
Sea en el último minuto, sea en quince días, lo cierto es -y así lo reconoció Gemma Zabaleta- "la transferencia entraña una gran complejidad técnica por cuanto es lógico suponer que algo que no se ha podido resolver en 25 ó 30 años de autogobierno cueste materializarse en seis meses".
Pudo haberlo dicho más alto, pero no más claro. Los imponderables técnicos, de personal (funcionarios estatales, vascos y contratados laborales), de programas o de intendencia hacen que el traspaso, en las condiciones actuales -que no van a variar en poco más de un mes, para más inri vacacional- debieran haber llevado al Ejecutivo de Lakua a solicitar más tiempo, con luz y taquígrafos, para que la transición fuera ordenada.
Un hipotético estirón de última hora a modo de alarde sólo sería contraproducente y causaría el efecto contrario si así se estuviera barajando desde Vitoria o desde Madrid para acallar las numerosas críticas de trabajadores y cuerpo social.
De hecho, la carta del Inem que ayer jueves publicó este periódico lo deja muy claro, y ya se ha puesto en marcha la maquinaria estatal para al menos dar cobertura a la programación para 2010.
"¿Que vamos a conseguir la transferencia? Seguro. Es irrenunciable", enfatizó Zabaleta; una premisa de la que pocos o muy pocos tienen duda, si bien el haber marcado una fecha de referencia debe ser entendido como un error.
De nada sirve proclamar que, además, se va a incorporar a los criterios del fomento del empleo a los perceptores de renta básica, algo inédito en cualquier otra comunidad; un hecho también cierto, pero complicado si se participa en una contra-reloj.