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Viajar en avión sin hacer colas y sin documentos físicos será posible en tres años

Los aeropuertos contarán con un sistema basado en reconocimiento facial y en credenciales digitales que eliminarán el check-in tradicional y las tarjetas de embarque

Viajar en avión sin hacer colas y sin documentos físicos será posible en tres años

Cada vez más personas eligen el avión como medio de transporte para desplazarse hasta su destino. Es una forma rápida, cómoda y segura de viajar, y la irrupción hace ya unos años de las compañías aéreaslow cost hacen de él una opción más asequible.

Fruto del progreso y del avance de la tecnología, la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), el organismo de Naciones Unidas encargado de establecer las normas para la aviación mundial, trabaja en una propuesta para tratar de agilizar la experiencia del viaje en los aeropuertos de todo el mundo y hacer de las colas para facturar el equipaje y de los documentos físicos una cosa del pasado.

Este organismo internacional contempla la posibilidad de que, en un plazo de tres años, los viajeros puedan volar sin tener que hacer tediosos trámites de check-in ni tener que presentar documentos físicos.

Para ello propone sustituir el sistema actual por un nuevo sistema basado en el reconocimiento facial, para identificar al viajero únicamente con el rostro, y en credenciales digitales, que almacenarían en el móvil todos los datos necesarios para el viaje.

Pasajeros sentados en el interior de un avión.

Adiós a los documentos físicos

Los documentos físicos, como el pasaporte o la tarjeta de embarque, se verán sustituidos por un pase de viaje digital que el pasajero se descargará en el teléfono móvil al reservar el vuelo y que se irá actualizando automáticamente en caso de producirse cambios.

Este ahorrará mucho tiempo, puesto que el check-in será automático y no habrá colas en mostradores ni en las máquinas de autofacturación. Además, en el caso de que el vuelo se retrase o el pasajero pierda una conexión, este ya no tendrá que acudir a los mostradores de atención al cliente, sino que el sistema le notificará las alternativas, le reasignará automáticamente el siguiente vuelo y actualizará el pase digital.

Reconocimiento facial

En cuanto al reconocimiento facial, el pasajero será identificado en el aeropuerto en tres puntos clave: control de seguridad, facturación de equipaje (si es necesario) y embarque. El sistema verificará su identidad y los datos de su vuelo sin tener que mostrar nada más.

El pasaporte, que seguirá siendo necesario para cruzar fronteras internacionales, tampoco se deberá mostrar ya físicamente, sino que se cargará en el móvil y se vinculará al reconocimiento facial.

Respecto a esto, si hay algo que inquieta a los pasajeros es el tema de la información biométrica. Las empresas que se dedican a esta tecnología señalan que los datos de los viajeros se borrarán solo 15 segundos después de la verificación, evitando así que se almacenen de forma indefinida. El sistema está diseñado para operar entre aerolíneas y aeropuertos, lo que evitará posibles fraudes.

Un gran reto

Valérie Viale, experta en tecnología de viajes de Amadeus, la empresa más grande del sector de viajes, explica en declaraciones al medio británico The Times que se trata de "los cambios más importantes de la industria en medio siglo". "La última gran evolución fue la introducción del billete electrónico a principios de los años 2000 (en España en 2006). Ahora es el momento de dar un nuevo salto hacia sistemas más modernos y dinámicos", señala.

Dotar de mayor agilidad la experiencia del viaje tendrá un alto precio para los aeropuertos. Estos deberán asumirlo como un gran reto, y no solo a nivel tecnológico, sino también económico. Será necesaria una fuerte inversión en infraestructuras como cámaras de alta precisión, sistemas de verificación instantánea y actualizaciones en los software de las compañías aéreas.

Estas posibles transformaciones se sumarán a otros avances recientes llevados a cabo en los aeropuertos, como es el caso de los nuevos escáneres de seguridad, que ya no requieren sacar los líquidos ni los portátiles del equipaje.