Se habla mucho de la cuesta de enero y muy poco de la de septiembre, en la que en muchas ocasiones hay que hacer frente a los pagos de las vacaciones del verano con gastos acumulados en la tarjeta de crédito, los libros de texto, material escolar y uniformes de los niños, las cuotas de actividades o del gimnasio que se retoman, la vuelta del frío que obliga poco a poco a poner la calefacción y un largo etcétera de desembolsos que llegan tras una estación que suele llevarse buena parte del presupuesto anual.

Para intentar sobrellevar mejor (o resistir) esa empinada cuesta de septiembre, la Asociación Española de Consumidores ha publicado un decálogo de consejos para intentar que la economía doméstica no se resienta tanto en este mes de tradicional vuelta a la rutina.

Los diez consejos

1. El primero de ellos es planificar nuestra economía. Hay que analizar los gastos fijos y posibles variables que tengamos y adecuarlos a nuestros ingresos, con lo que elaborar un presupuesto familiar resista esencial.

2. Debemos realizar un ejercicio de sensatez y ser críticos para pensar cuáles de los gastos que tenemos son absolutamente necesarios y de cuáles podemos prescindir.

3. Tenemos que llevar a cabo un consumo responsable de los suministros básicos, electricidad, gas y agua, evitando consumos innecesarios que se notan en las facturas.

4. Es recomendable que paguemos en efectivo en lugar de usar la tarjeta de crédito, ya que así se puede controlar mejor el gasto y no caer en la trampa de comprar aquello que no nos podemos permitir.

5. Hay que evitar dejarse llevar por la publicidad consumista y preferir comprar aquello que realmente suponga un ahorro y sea necesario.

6. Es imprescindible planificar la cesta de la compra antes de hacerla y destinar a ella el presupuesto que tengamos establecido.

7. Con una economía ajustada cobra más importancia que nunca comparar precios para comprobar las variables calidad/precio.

8. Aprovechar internet como herramienta nos puede llevar a descubrir buenas ofertas.

9. Debemos educar a toda la familia, niños incluidos, en el tema del ahorro, porque la economía familiar afecta a todos los miembros.

10. Es importante que visualicemos el ahorro que cada semana o mes vaya consiguiendo la familia, ya que servirá como motivación para mantener de cara al futuro ese interés por llegar a fin de mes y por emplear el dinero en aquello que realmente tenga interés para el conjunto de la familia.