Vitoria - Desde hace ya unos días, la temporada ciclista está en marcha con la disputa de las primeras competiciones en carretera del 2020. Un año redondo que, además, arranca con la excelente noticia de que la cosecha alavesa en esta disciplina está felizmente recuperada. Al menos en lo que a cantidad hace referencia. Porque lo cierto es que resulta complicado encontrar en los últimos tiempos un precedente de un pelotón con tanta presencia provincial como el que se podrá disfrutar a lo largo de los próximos meses. Ojalá con el paso del tiempo los resultados positivos permitan que el balance sea también excelente en cuanto a la calidad pero, como mínimo, lo que ya está asegurado es que una rejuvenecida camada de corredores locales estará presente en las carreteras de todo el mundo .

Y esa es precisamente otra de las grandes novedades que ofrece este ejercicio que está empezando a dar sus primeras pedaladas. Porque los ya habituales en el pelotón internacional desde hace bastantes años se van a encontrar con la compañía de recién llegados muy jóvenes que buscan su hueco y, sobre todo, aseguran el siempre complicado relevo generacional. En total son ochos -siete hombres y una mujer- los ciclistas alaveses que han encontrado acomodo esta temporada entre los profesionales. Se trata en concreto de Mikel Landa (Bahrain McLaren), Víctor de la Parte (CCC), Jon Aberasturi (Caja Rural), Oier Lazkano (Caja Rural), Unai Cuadrado (Fundación Euskadi Orbea), Iker Ballarín (Fundación Euskadi Orbea), Ibon Ruiz Sedano (Kern Pharma) y Lourdes Oyarbide (Movistar), la única representante provincial en el pelotón femenino.

Como es lógico, no todos afrontan la temporada con los mismos objetivos y responsabilidades pero lo que sí es idéntica es la enorme ilusión que transportan en su recién estrenada maleta de viaje. La más nueva, evidentemente, la de los tres corredores que van a vivir su bautismo este curso en el profesionalismo tras dar el salto desde aficionados. Son Lazkano, Ballarín y Ruiz, que acceden a un selecto grupo de escogidos en el que, evidentemente, es a Landa a quien le corresponde enarbolar la bandera de principal referencia para todos ellos y candidato a la victoria en las carreras más importantes del calendario. A los noveles, en cambio, les tocará afrontar el siempre complicado proceso de adaptación a un mundo de la máxima exigencia que no acostumbra a esperar por nadie y tratar de completar con la mayor brevedad posible un complejo aprendizaje que les permita conseguir que su llegada al pelotón no se convierta en flor de un día sino que sea el inicio de una larga etapa entre los mejores de las dos ruedas.

Con su esfuerzo y la siempre imprescindible compañía de la suerte, conseguirán ir quemando etapas hasta situarse en el plano en el que actualmente se encuentran los más veteranos de la grupeta alavesa. A la cabeza de todos ellos se sitúa un Mikel Landa que tras finalizar su etapa en el Movistar inicia un nuevo proyecto como jefe de filas indiscutible del Bahrain McLaren. Con el añorado naranja -aunque no sea el del Euskaltel de sus orígenes- de nuevo sobre su piel, afrontará otra vez el desafío del Tour de Francia. La más grande entre las grandes volverá a ser el objetivo principal de la temporada para el zuyano, que deberá luchar contra el enorme poderío del Ineos de Egan Bernal -vigente campeón-, Geraint Thomas, Chris Froome y compañía como adversario más temible. El discurrir del curso a buen seguro irá añadiendo nuevos nombres a esta peligrosa lista de rivales, dentro de la que también conviene tener en cuenta la fatalidad que ha lastrado -en forma de caídas o mala suerte- la trayectoria del alavés en los últimos años. Si este último factor y la salud le respetan, a buen seguro volverá a ofrecer las grandes dosis de espectáculo, emoción y buenos resultados que le han convertido en una de las grandes referencias del ciclismo internacional.

Un peldaño por debajo se sitúan Víctor de la Parte y Jon Aberasturi. El del CCC tratará de desquitarse del regusto amargo que le dejó el final de la pasada temporada, cuando una caída en la sexta etapa de la Vuelta a España le provocó importantes lesiones. Ya plenamente recuperado, intentará volver a ofrecer un rendimiento notable en las grandes al tiempo que ofrece su trabajo para el equipo y busca aumentar su palmarés con alguna victoria individual. Este último es también el propósito de Aberasturi, que volverá a ser la referencia provincial en los sprints. El velocista estará presente en las llegadas masivas tratando de mejorar el balance de dos victorias rubricado a lo largo de 2019.

El relevo natural a este trío de veteranos ya en el pelotón debe llegar de la mano del cuarteto de jóvenes que está dando sus primeras pedaladas en el ámbito profesional. Se trata de una prometedora remesa de ciclistas -entre los 20 y 22 años- que ya ha demostrado su calidad en el campo aficionado y que, con sus diferentes características busca su propio espacio entre los mejores. Disfrutan, además, de la buena noticia que ha supuesto el paso del Fundación Euskadi Orbea a la categoría Continental Pro, segunda división del ciclismo, de la mano de Mikel Landa en la presidencia y la creación del Kern Pharma con la estructura del Lizarte en Continental. Ese será el hábitat de Unai Cuadrado, Iker Ballarín (ambos en la escuadra naranja) e Ibon Ruiz (Kern Pharma) mientras que Oier Lazkano compartirá aprendizaje y progresión desde el Caja Rural.

Por lo que respecta a la categoría femenina, Lourdes Oyarbide será la única alavesa en profesionales. Una sola representante pero de enorme brillo que, de nuevo apoyada por la estructura del Movistar, buscará repetir y su es posible mejorar los muchos éxitos del año pasado. Todo ello, además, con el sueño olímpico de estar presente en los Juegos de Tokio de fondo.