vitoria - Esta vez no habrá clásico en la gran final del próximo 16 de febrero de la Copa del Rey del Martín Carpena de Málaga, edición en la que no ha conseguido inmiscuir esta vez su figura un Baskonia que, para melancolía de sus aficionados, deberá seguir por televisión el torneo con más solera del baloncesto estatal y el que más satisfacciones le ha reportado durante su historia con seis entorchados en las vitrinas del Buesa Arena.

Los aficionados tradicionalmente recelosos de las célebres bolas calientes no tendrán en esta ocasión motivos para la queja tras el sorteo celebrado ayer por la mañana en el Auditorio del Museo Picasso Málaga. Y es que Real Madrid y Barcelona quedaron emparejados en el mismo lado del cuadro y, por tanto, podrían enfrentarse en semifinales siempre que solventen sus exigentes primeros cruces de cuartos.

El conjunto dirigido por Pablo Laso se enfrentará a las primeras de cambio al Bilbao Basket, la indiscutible revelación de la primera vuelta de la competición doméstica que certificó el domingo su pasaporte para la Copa tras dar la inesperada campanada en el Palau Blaugrana en la prórroga. El Barcelona, que atraviesa un inquietante momento a nivel de juego y resultados, tuvo en teoría peor suerte que los merengues, ya que se verá las caras con otro participante de la Euroliga como el Valencia Basket que, al igual que los vizcaínos, también facturó su billete in extremis tras una aplastante victoria en la Fonteta ante el Joventut.

Real Madrid y Barcelona han acaparado cuatro de las seis últimas finales de la Copa del Rey. Todavía está fresca en la memoria de los aficionados la agria polémica de los dos últimos años en los que el conjunto blaugrana se llevó el gato al agua tras sendos partidos no exentos de polémica arbitral en los instantes finales que precedieron toda clase de declaraciones altisonantes. La alevosa falta de Randolph sobre Singleton tras golpearle en la cabeza y el posterior tapón legal del pívot nacionalizado esloveno en la acción de Tomic, cuyo tiro previamente había tocado el aro de la canasta, volverán a ser la comidilla antes de que eche a rodar la competición.

Lo cierto es que los dos grandes del baloncesto español, cuya astronómica inversión de los últimos tiempos ha ensanchado las diferencias respecto al resto, han tejido una dictadura incuestionable en el torneo copero. De hecho, se reparten todos los títulos desde el lejano 2009, año en que el Baskonia izó su sexta corona de la historia en Madrid tras imponerse en la final al Unicaja gracias a una postrera canasta de Pete Mickeal. Estos dos emparejamientos de cuartos que implican a los dos clubes más poderosos se celebrarán el jueves 13 a las 19.00 y 21.30 horas, respectivamente.

Los grandes afortunados del sorteo fueron, sin duda, los otros cuatro equipos modestos que circulan por el otro lado del cuadro. Y es que uno de los dos finalistas saldrá del Iberostar Tenerife de Marcelinho Huertas, del MoraBanc Andorra de Ibon Navarro -ambos exbaskonistas se verán las caras en un duelo bastante incierto pese a la mejor clasificación de los chicharreros-, del Casademont Zaragoza y del anfitrión Unicaja. Maños y malagueños disputarán el viernes 14 (21.30 horas) el último enfrentamiento de unos cuartos de final donde, a excepción del choque entre el Real Madrid y el Bilbao Basket, se adivina una gran igualdad.