Ha llegado el fin a los emocionantes Juegos Olímpicos de París y, por ende, también el de la participación de los deportistas alaveses en el mayor evento deportivo del planeta. El territorio, cuna siempre de grandes deportistas, ha estado representado por el ciclista Oier Lazkano, la entrenadora de baloncesto Madelén Urieta, la gimnasta Salma Solaun, la saltadora de longitud Tessy Ebosele y la maratoniana Majida Maayouf, la última en vestirse con la indumentaria de la delegación española y situarse en el centro de los focos.
Ninguno de los cinco ha podido regresar a Álava con una medalla, lo cual en era enormemente difícil por el alto nivel competitivo de los rivales por el metal. La experiencia seguro que ha resultado enriquecedora para todos, aunque algunos de ellos han regresado más satisfechos a casa que otros.
El encargado de abrir la participación alavesa en París fue el ciclista vitoriano de 24 años Oier Lazkano, que inicialmente no tenía previsto participar en la contrarreloj de ciclismo en ruta, pero finalmente suplió al mermado Juan Ayuso y se enfundó el maillot de la selección y el casco de contrarreloj el 27 de julio.
Pese a estar entre los mejores rodadores del país, el gasteiztarra aún está lejos de los contrarrelojistas más destacados del pelotón y, de hecho, ni siquiera llegó a competir realmente la prueba y se dejó llevar, tal vez pensando en la carrera en ruta en la que podría tener más posibilidades de medalla. Terminó 27º de 32 participantes a casi tres minutos del ganador Remco Evenepoel.
Más esperanzas había puestas en su participación en la prueba en ruta tras su gran temporada y su protagonismo en las escapadas del Tour de Francia, pero Lazkano volvió a pasar desapercibido. Estuvo a la cola del pelotón durante la mayor parte de la prueba y cuando la carrera se empezó a romper en el tramo final hizo un intento de entrar en uno de los grupos cabeceros, pero su aventura fue fugaz. Terminó 35º a 3:42 del ganador, de nuevo Evenepoel.
Más cerca de las medallas estuvo la entrenadora del Araski Madelén Urieta, que ejerció como asistente de la selección española femenina en los que han sido sus segundos Juegos Olímpicos. El resultado ha sido el mismo, ya que la de Amurrio se ha quedado con la miel en los labios a un paso de conseguir la medalla al caer en cuartos de final.
El combinado español arrancó el 28 de julio con una victoria en la prórroga ante China y terminó en primera posición de su grupo tras imponerse también a Puerto Rico y Serbia. Así se llegó al duelo de cuartos de final contra Bélgica, en el que las españolas no tuvieron opción y cayeron por 66-79 ante el poderío interior belga con Emma Meesseman y Kyara Linskens.
En gimnasia rítmica, Salma Solaun vivió sus primeros Juegos Olímpicos al participar en la prueba por equipos junto a Inés Bergua, Mireia Martínez, Ana Arnau y Patricia Pérez. El conjunto español aspiraba a las medallas tras haber logrado el bronce en las dos últimos Mundiales, pero ni siquiera logró entrar en la final.
Todo se puso en contra con un fallido ejercicio de aros con varios errores, dos aros caídos y un lanzamiento que no llegó a causa de un resbalón de Mireia Martínez. Esto colocó a España en penúltima posición con 30,400 puntos y aunque el ejercicio con pelotas y cintas fue mejor, también se cometieron errores y no fue lo suficientemente bueno para remontar. Finalmente acabaron en décimo lugar a dos puestos y 1,600 puntos del octavo, que marcaba el pase a la final y el diploma olímpico.
Cara y cruz en atletismo
Ya en el estadio olímpico, Tessy Ebosele tuvo una actuación discreta en la prueba de salto de longitud, en la que no logró clasificarse para la final y quedó en última posición de su grupo y 30ª del total de 31 participantes. Su salto de 6,09 metros, conseguido en el tercer intento tras un primer salto de 6,02 y un segundo nulo, se quedó lejos de los 6,59 metros de la francesa Hilary Kpatcha que marcaron la clasificación para la final y los 6,52 de la otra española, Fatima Diame.
Más satisfecha terminó, por último, Majida Maayouf, que tuvo que esperar hasta la maratón femenina del último día de competición para debutar como olímpica y conseguir una meritoria 17ª plaza con el mejor tiempo realizado por una española en una maratón olímpica. En definitiva, luces y sombras para los alaveses en unos Juegos Olímpicos en los que, eso sí, el simple hecho de participar es ya un éxito enorme.