Ocho años después de proclamarse campeona olímpica en Río, y tras superar una rotura de ligamentos en cada rodilla, Carolina Marín ha regresado este sábado a la lucha por las medallas, semifinalista en París gracias a una victoria sólida sobre la japonesa Aya Ohori por 2-0 (21-13 y 21-14).

El volante ha sido un látigo en manos de Marín en el estadio de La Chapelle, convertido en su casa ante el mayoritario apoyo de la grada, y que la ha devuelto al lugar ansiado durante los últimos tres años de progresiva recuperación.

Tras una mejora física y técnica programada con detalle de orfebre por Fernando Rivas, Marín ha llegado a la penúltima etapa de la meta que ha tenido en mente en el largo periodo de convalecencia: otro podio olímpico.

Con su pase a semifinales la andaluza, de 31 años y cuarta cabeza de serie, ha pedido paso entre el grupo de veinteañeras que aspiran al oro, encabezadas por la surcoreana Se Young An, número uno del mundo a los 22 y con la que Marín solo se encontraría en la final. De momento, espera rival entre las chinas Yu Fei Chen, vigente campeona, y Bing Jiao He, segunda y sexta favoritas.

Tras las dos victorias de la fase de grupos y un compromiso que se ha puesto cuesta arriba en octavos de final, el reto en los cuartos no es menor. El pasado noviembre, en octavos de final del Masters de Japón, Marín ya se vio en dificultades para derrotar a Ohori, que forzó un tercer juego; estaba avisada porque un mes antes había perdido ante ella en el Abierto de Francia, en solo dos mangas.

Con La Chapelle aún en ebullición por el intenso partido disputado antes -victoria de la indonesia Gregoria Mariska Tunjung sobre la tailandesa Ratchanok Intanon por 25-23 y 21-9-, la numerosa afición española ha recibido a Marín al grito de 'Carolina, Carolina' y 'A por ella'.

La jugadora nipona ha sacado fruto de remates muy potentes en los primeros intercambios para adquirir pequeñas ventajas. La zurda de Huelva ha alargado los puntos hasta forzar el error de Ohori y, tras adelantarse por 6-5, ha mantenido un pequeño margen no mayor de dos tantos hasta que dos fallos de la japonesa han ampliado la distancia a 11-7.

La triple campeona mundial se ha crecido en el juego junto a la red y ha encarrilado el primer parcial con 16-8, aunque sin poder tomarse un segundo de respiro porque su rival, que ha firmado puntos de gran dificultad, la ha movido sin descanso.

El mérito de Marín ha sido no dar continuidad a Ohori, que no ha sido capaz de enlazar más de tres tantos seguidos. Con un volante que se ha quedado en la red ha entregado el primer parcial después de 23 minutos.

Una ventaja inicial de 4-0 ha puesto el segundo juego de cara a la española. Solo cuando la japonesa le ha buscado el cuerpo, con remates a bocajarro, ha pasado algún apuro. El juego defensivo de Marín ha sido muy eficaz, con un gran despliegue sobre la pista verde de La Chapelle para llegar a todo y forzar el fallo de su oponente.

Tras el breve descanso del 11-5, en el que las jugadoras han recibido las últimas instrucciones de sus técnicos, Ohori ha logrado una racha de acierto que la ha acercado a 11-9. Pero un remate de Marín a su derecha, que la ha dejado clavada, ha vuelto a cortar la reacción.

Ambas han protagonizado entonces preciosos intercambios en la red, una lucha de precisión de la que la española ha salido airosa en más ocasiones.

Con 19-14, en otro de esos cruces en la distancia corta, Ohori ha vuelto a enviar el volante a la malla. En el primer punto de partido, Marín ha tenido la sangre fría de dejar pasar un golpe de la japones que, por un dedo, se ha ido fuera. La semifinal estaba en el bolsillo, la medalla a solo un paso.

La otra semifinal la disputarán la surcoreana Se Young An, primera cabeza de serie y que ha eliminado a la japonesa Akane Yamaguchi por 2-1, y la indonesia Gregoria Mariska Tunjung, séptima favorita, que ha ganado a la tailandesa Ratchanok Intanon por 2-0 (25-23 y 21-9)