El Ariznabarra ya no depende de sí mismo para lograr el ascenso y convertirse en el cuarto club alavés de Tercera RFEF, pero al menos sigue vivo. Los celestes cayeron por la mínima este domingo contra el Zarautz (0-1) y fue su triunfo en la tanda de penaltis, que se realiza para determinar desempates, lo que les mantiene con opciones en la pelea.
Apenas hubo ocasiones durante la primera mitad, si bien lo que no faltó sobre el césped vitoriano fue intensidad. Tanto el Ariz como el Zarautz plantaron batalla desde el inicio y, aunque los visitantes, más vigorosos, parecían ser superiores en un escenario así, la garra y pasión de los celestes igualó las tornas por completo.
El Ariz, incluso, generó en el arranque la única opción para estrenar el marcador. Fue un mano a mano, fruto de un envío en largo, que Aitor Moreno no pudo finalizar con acierto. No era fácil, eso sí. El extremo local pisó el área con uno de los zagueros guipuzcoanos encima y después de una larga y exigente carrera.
Desde ese momento y hasta que el colegiado señaló el camino a los vestuarios, la grada, llena a rebosar, vio disputas constantes, sobre todo por alto. Esto impidió continuidad y ritmo en el juego pese a las intenciones del propio árbitro, muy permisivo en todos los duelos. Demasiado a veces, pues perdonó alguna amarilla.
VAPARALO EN LA REANUDACIÓN
El Ariz se había mostrado serio en defensa, igual que el Zarautz. Ambos eran conscientes de que la clave estaba en no cometer errores. Y así fue. Nada más comenzar el segundo tiempo, la zaga celeste no acertó a despejar un balón suelto en el área y el visitante Unax Peinador, el más atento, solo tuvo que empujarlo a la red (0-1).
Obligados por las circunstancias, los celestes dieron un paso adelante y mostraron su mejor versión en ataque, pero les faltó contundencia. En dos buenas combinaciones, las primeras probablemente, Jon Peréz de Villarreal disparó alto primero y, poco después, Antonio Riverol se encontró con el portero, Adrián Fernández.
A medida que pasaban los minutos y se acercaba el epílogo, el Ariz fue arriesgando cada vez más, motivado por el bajón físico del Zarautz. Sin embargo, los cambios permitieron a los guipuzcoanos aguantar y no hubo más ocasiones. En realidad, fueron los visitantes quienes estuvieron más cerca del gol en esa recta final.
Al conjunto gasteiztarra le faltó un punto para encontrar el empate, aunque la sensación fue de que no mereció menos que su rival. Simplemente, falló una única vez y ese error le condicionó por completo. Así es el fútbol en estas categorías.
Pero su camino en esta promoción no acabó ahí. La próxima semana, el Ariznabarra visitará al Getxo con mucho todavía en juego. Si consiguen ganar a los vizcaínos, los celestes aún tendrán opciones de ascender a Tercera RFEF o, como mínimo, se pondrán en buena posición para lograr el billete para la primera ronda de la Copa del Rey.