Ay… el dolor. Ay… la pena. Ay… la rabia. Demi Vollering era un ay, una onomatopeya que concentraba lo azaroso del Tour, sus misterios insondables, sus caminos inescrutables, su miseria. La reina de la carrera, la luz amarilla, el sol, se quedó a oscuras de repente. Apagón.

Eclipse en una curva que dejó ciega a la neerlandesa. A la salida de una rotonda, un latigazo asustó a muchas y derribó a Vollering. Se quedó dolorida, aislada, sola, recogiéndose de una caída sorda.

Sin queja pero con dureza. Apaleada por el impacto, Vollering tardó en ensillar la bicicleta, tratando de comprender qué demonios había sucedido después de un día arrullada en el bienestar del terciopelo. El día era suave, lucía el sol y no había malos presagios. Solo recortar kilómetros y tachar otro día en la oficina. Nunca se sabe con la vida. El vals de la incertidumbre. Ingobernable.

Demi Vollering persigue tras la caída. Tour de Francia

Vollering rodaba en cabeza, atenta, pera la caída le agarró. Cuerpo a tierra. Se paró el tiempo para ella. Sin nada a lo que agarrarse en el naufragio. Apenas restaban media docena de kilómetros para finiquitar el día, pero la líder se vio ante un desierto. Sus compañeras de equipo no estaban. No había cordada de rescate en el SD Worx.

Niewiadoma, nueva líder

Blanka Vas, una de sus colegas evitó la caída y se encoló en el grupo delantero, apenas un racimo al que se había aferrado Katarzyna Niewiadoma, que esquivó el mal fario. Un golpe de fortuna para la polaca que peleó por la victoria con Vas, que le derrotó al esprint.

Su premio fue mejor. Se llevó el liderato. Vollering, en su soledad, se desgañitaba persiguiendo. Se quedó sin voz. Concedió 1:40 en Amnéville, un lugar para olvidar. Se fue al fondo Vollering, al pozo de la incomprensión. Es novena, a 1:19 de Niewiadoma en la general.

Vollering, en la caída múltiple.

Vollering, en la caída múltiple. Tour de Francia

Restan jornadas que pueden ser proclives para la neerlandesa, pero se desconoce cómo asimilará el impacto físico y moral en una carrera que dominaba.

Incomprensible el SD Worx

Su equipo está obligado a replantear la carrera y hacer un ejercicio de autocrítica profundo después de ser incapaz de apoyar a su líder en su persecución tras irse al suelo. La escena deja en muy mal lugar a su escuadra.

Lorena Wiebes, otra compañera, también rodada por delante y no paró. Su comportamiento resultó incomprensible. Vollering, que el próximo curso cambia de escuadra, corre a solas.

Apostaron desde el SD Worx porque Vas compitiera para vencer la etapa en lugar de frenarla para remolcar en lo posible a la líder caída en desgracia. La reacción tuvo el eco de un silencio atronador. Vollering alcanzó la meta cabizbaja y tocándose la pierna izquierda después de que el Tour se le torciera y revirara de mala manera.  

Tour de Francia femenino

Quinta etapa

1. Blanka Vas (SD Worx) - 3h 46:51

2. Katarzyna Niewiadoma (Canyon ) m.t.

3. Liane Lippert (Movistar) m.t.

 

General

1. Katarzyna Niewiadoma (Canyon) - 11h 27:29

2. Kristen Faulkner (EF) a 19''

3. Puck Pieterse (Fenix) a 22''

9. Demi Vollering (SD Worx) a 1:19